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DANIELLE STEEL, TRAS LAS HUELLAS DE SU PADRE. CAPITULO 14.

EL NACIMIENTO DE DAISY FUE DIFERENTE AL DE SUS DOS HERMANAS MAYORES. JULIE TARDÓ MUCHO EN RECUPERARSE DE LA SEGUNDA CESÁREA Y DURANTE LOS PRIMEROS TRES MESES DIO LA SENSACIÓN DE ESTAR SUFRIENDO UNA ESPECIE DE DEPRESIÓN POSPARTO. SIEMPRE QUE EMMANUELLE IBA A VISITAR A LAS NIÑAS, JULIE ESTABA ENCERRADA EN SU HABITACIÓN, BIEN PORQUE TENÍA «DOLOR DE CABEZA», BIEN PORQUE ESTABA SUPUESTAMENTE DORMIDA. Y AQUELLO PREOCUPABA A SU SUEGRA. PERO, CUANDO POR FIN SE RECUPERÓ, VOLVIÓ A SU AJETREADA VIDA DE SIEMPRE. EMMANUELLE LLEVABA MESES SIN VER NI UNA SOLA VEZ A SU NUERA Y MAX NO PARABA DE VIAJAR. JULIE HABÍA APARECIDO EN LAS COLUMNAS DE SOCIEDAD SIN ÉL EN VARIAS OCASIONES, DURANTE ACTOS BENÉFICOS IMPORTANTES. EMMANUELLE NO ESTABA SEGURA DE SI TENÍAN PROBLEMAS MATRIMONIALES O NO. PERO, FUERA COMO FUESE, SU HIJO NO ESTABA PRESTÁNDOLE ATENCIÓN A SU FAMILIA Y SU ESPOSA NO PASABA NADA DE TIEMPO CON SUS HIJAS, Y MENOS AÚN DESDE LA LLEGADA DE DAISY. ERA UNA BEBÉ ALEGRE Y FELIZ Y CHILLABA DE ALEGRÍA CADA VEZ QUE SU ABUELA IBA A VERLA.

TRAS HABLARLO LARGO Y TENDIDO CON JAKOB, TERMINÓ POR CONVENCERLO DE QUE QUEDARA UN DÍA PARA COMER CON MAX Y LE DIERA ALGÚN CONSEJO PATERNAL. DAISY YA TENÍA SEIS MESES Y CUANDO EMMANUELLE IBA A VISITAR A LAS NIÑAS VEÍA A LAS CUATRO NIÑERAS CON MUCHA MÁS FRECUENCIA QUE A SU MADRE. AQUELLA CASA ERA COMO UN BARCO SIN TIMÓN, DONDE LA PRESENCIA DE LOS PADRES CON LAS TRES NIÑAS BRILLABA POR SU AUSENCIA. Y JAKOB LE DABA LA RAZÓN. LLAMÓ A MAX CUANDO SUPO QUE ESTE HABÍA VUELTO A LA CIUDAD Y LO INVITÓ A COMER EN EL FOUR SEASONS. PENSÓ QUE TAL VEZ SU HIJO SE RELAJARÍA Y SE ABRIRÍA MÁS EN UN BUEN RESTAURANTE.

MAX PARECÍA CANSADO Y ESTRESADO Y HABÍA PERDIDO PESO. Y LO PRIMERO QUE HIZO CUANDO SE SENTÓ FUE PEDIRSE UN MARTINI. LAS ÚLTIMAS VECES QUE LO HABÍA VISTO, JAKOB SE HABÍA FIJADO EN QUE SU HIJO BEBÍA MÁS, Y ESO TAMBIÉN LO PREOCUPABA. MAX NUNCA HABÍA SIDO MUY BEBEDOR. PERO MUCHOS ACUERDOS COMERCIALES SE DEBATÍAN DURANTE COMIDAS Y CENAS, Y LO MÁS PROBABLE ERA QUE A LOS HOMBRES CON LOS QUE HACÍA NEGOCIOS LES GUSTARA TOMARSE UNA COPA O DOS. AUN ASÍ, JAKOB NO CONSIDERÓ QUE FUERA UNA BUENA SEÑAL QUE TAMBIÉN LAS PIDIERA MIENTRAS COMÍA CON SU PADRE. NO CABÍA DUDA DE QUE MAX ESTABA SOMETIDO A MUCHA PRESIÓN PARA MANTENERLO TODO EN MARCHA. HABÍA CREADO UN IMPERIO.

MIENTRAS ESPERABAN PARA PEDIR LA COMIDA, MAX LE CONTÓ QUE TENÍA UNA TRANSACCIÓN PETROLERA IMPORTANTE EN TEXAS QUE ACABABA DE ESTROPEARSE Y QUE HABÍA PERDIDO ALGO DE DINERO EN UNA COMPRA DE TERRENOS MALOGRADA EN OKLAHOMA. ALGUIEN SE LES HABÍA ADELANTADO Y HABÍA ABIERTO UN CENTRO COMERCIAL MÁS GRANDE Y MEJOR MUY CERCA DEL QUE ESTABAN CONSTRUYENDO ELLOS. SU ESTUDIO DE MERCADO HABÍA SIDO INADECUADO. ACABARON DESECHANDO EL TRATO Y AHORA ESTABA INTENTANDO VENDER LOS TERRENOS.

—SEGURO QUE PUEDES PERMITIRTE ESAS PÉRDIDAS —LE DIJO JAKOB EN VOZ BAJA—. ¿TANTO MERECE LA PENA, MAX? NADIE NECESITA ESAS CANTIDADES DE DINERO.

—TAL VEZ PUEDA PERMITÍRMELAS —LE CONTESTÓ TRAS PEDIR LA COMIDA Y UN SEGUNDO MARTINI, DETALLE QUE TAMPOCO GUSTÓ A SU PADRE—. PERO ¿NO ES ESO LO QUE ME ENSEÑASTE, PAPÁ? —MAX HABLÓ CON UN TONO DE VOZ QUE NUNCA HABÍA UTILIZADO—. ¿NO ME ENSEÑASTEIS MAMÁ Y TÚ QUE NUNCA HAY DINERO SUFICIENTE Y QUE NO PUEDES DEJAR DE AHORRAR PARA CUANDO VENGAN TIEMPOS DE ESCASEZ, O UNA GUERRA, O UN HOLOCAUSTO, O LO QUE SEA?

—SI LO QUE HE LEÍDO SOBRE TI EN LA REVISTA FORTUNE ES CIERTO, NUNCA VAS A EXPERIMENTAR TANTA ESCASEZ. YA DEBES DE TENER SUFICIENTE PARA ESTAR TRANQUILO Y DARLE SEGURIDAD A TU FAMILIA.

—¿CUÁNDO TE HAS SENTIDO TÚ TRANQUILO EN CUANTO AL DINERO? —LE PREGUNTÓ MAX, Y JAKOB DUDÓ.

—ES DIFERENTE. NOSOTROS VIVIMOS UNA GUERRA. LO PERDIMOS TODO. A TI ESO NO VA A PASARTE NUNCA. NO HAY NINGUNA GUERRA A LA VISTA, MAX. TU FAMILIA TE NECESITA. TIENES UNA ESPOSA JOVEN Y GUAPA QUE DEBE DE SENTIRSE SOLA SIN TI. Y TUS HIJAS CRECEN MÁS RÁPIDO DE LO QUE CREES. NO TE LO PIERDAS, PORQUE LUEGO TE ARREPENTIRÁS.

MAX SE QUEDÓ PENSATIVO Y SU PADRE NO HIZO NINGÚN COMENTARIO CUANDO SE TERMINÓ SU SEGUNDO CÓCTEL. SU HIJO ERA UN HOMBRE DE CUARENTA Y TRES AÑOS Y TENÍA DERECHO A VIVIR COMO QUISIERA, PERO JAKOB NO QUERÍA QUE LE PASARA NADA MALO.

—VOY A PERDER UNA BUENA CANTIDAD DE DINERO EN ESOS DOS TRATOS DE TEXAS Y OKLAHOMA.

Y CADA VEZ QUE LE OCURRÍA ALGO ASÍ, COSA QUE NO ERA FRECUENTE, SE ASUSTABA. ¿Y SI TODO EMPEZABA A DESMORONARSE? RECORDABA LAS ADVERTENCIAS DE SU MADRE CUANDO ERA JOVEN. SUS PADRES SIEMPRE HABÍAN ESTADO PREOCUPADOS POR EL DINERO.

—CAPEARÁS EL TEMPORAL —DIJO SU PADRE CON TRANQUILIDAD—. TIENES QUE BAJAR UN POCO EL RITMO, HIJO, ANTES DE QUE PIERDAS ALGO MÁS IMPORTANTE.

—SOLO QUIERO APUNTALAR ESOS DOS TRATOS O COMPENSARLOS. —ERA COMO UN JUGADOR EN LA MESA DE LA RULETA, INCAPAZ DE APARTARSE DE ELLA—. ME HE DADO HASTA LOS CINCUENTA, PAPÁ. DESPUÉS, BAJARÉ EL RITMO.

LE DIJO LO MISMO A JULIE CUANDO NACIÓ DAISY.

—VAS A PERDERTE MUCHAS COSAS CON JULIE Y LAS NIÑAS HASTA ENTONCES —LE DIJO JAKOB CON VOZ SERIA—. TODAVÍA FALTAN SIETE AÑOS PARA ESO.

—ELLA SE OCUPA DE TODO LO DE LA CASA —DIJO MAX CON CONFIANZA Y JAKOB SE DIO CUENTA DE QUE SU HIJO NO TENÍA NI IDEA DE QUE ESO ERA MENTIRA.

JULIE NO SE OCUPABA DE NADA, EXCEPTO DE SALIR A COMER CON OTRAS MUJERES Y DE LOS ACTOS BENÉFICOS QUE ORGANIZABA. PASABA TAN POCO TIEMPO EN CASA CON LAS NIÑAS COMO EL PROPIO MAX. PERO ÉL NO LO SABÍA. JAKOB SE PREGUNTÓ CÓMO ERA POSIBLE VIVIR EN LA MISMA CASA QUE UNA MUJER Y SABER TAN POCO DE ELLA. A LO LARGO DE LOS ÚLTIMOS AÑOS, A LOS PADRES DE MAX HABÍA EMPEZADO A DARLES LA SENSACIÓN DE QUE JULIE ERA INFELIZ. PERO SU HIJO ESTABA TAN OCUPADO VOLANDO DE UN LADO A OTRO QUE NO SE HABÍA DADO CUENTA.

DESPUÉS HABLARON DE OTRAS COSAS, DE VARIAS INVERSIONES QUE HABÍA HECHO JAKOB Y DE UN VIAJE QUE TENÍAN PENSADO HACER EMMANUELLE Y ÉL. JAKOB IBA A CUMPLIR SETENTA AÑOS Y ESTABAN PLANEANDO EMBARCARSE EN UN CRUCERO ALREDEDOR DEL MUNDO. COSTABA CREER QUE LLEVARA YA QUINCE AÑOS JUBILADO. EL TIEMPO PASABA MUY RÁPIDO. Y EMMANUELLE NO QUERÍA PASAR DEMASIADO TIEMPO LEJOS DE SUS NIETAS, LAS ESTABA DISFRUTANDO UNA BARBARIDAD.

MAX PENSÓ QUE SU PADRE TAMBIÉN PARECÍA CANSADO. LOS VIAJES QUE AHORA HACÍAN CON FRECUENCIA ERAN DIVERTIDOS PARA ELLOS, PERO JAKOB SE PUSO ENFERMO DURANTE EL ÚLTIMO. POR PRIMERA VEZ, EL CRUCERO LO AGOTÓ MÁS QUE VIGORIZARLO. EL TIEMPO QUE PASÓ EN EL CAMPO DE CONCENTRACIÓN HABÍA HECHO MELLA EN SU SALUD Y ÚLTIMAMENTE MAX PENSABA QUE SU PADRE APARENTABA MÁS EDAD DE LA QUE TENÍA. ERA IMPOSIBLE SABER QUÉ CONSECUENCIAS A LARGO PLAZO TENDRÍAN CINCO AÑOS DE HAMBRE Y PALIZAS. LO PREOCUPABAN AMBOS, AUNQUE SU MADRE PARECÍA HABER RECUPERADO FUERZAS. SE CUIDABAN MUCHO EL UNO AL OTRO, SIEMPRE LO HABÍAN HECHO. MAX ERA MUY CONSCIENTE DE QUE SUS PADRES ERAN PERSONAS EXTRAORDINARIAS. LE HABRÍA GUSTADO QUE SU RELACIÓN CON JULIE SE PARECIERA MÁS A LA DE ELLOS, PERO SOSPECHABA QUE ESE TIPO DE VÍNCULO SOLO SURGÍA DE LA ADVERSIDAD Y NO EN CIRCUNSTANCIAS ORDINARIAS. NO ERA CAPAZ DE IMAGINARSE A JULIE SOBREVIVIENDO A LO QUE ELLOS HABÍAN PASADO, NI A ÉL MISMO, DE HECHO. ÉL TAMPOCO TENÍA LA FORTALEZA DE SUS PADRES. ERA CREATIVO, INGENIOSO Y VALIENTE EN EL MUNDO DE LOS NEGOCIOS, PERO ESO DISTABA MUCHO DE LO QUE ELLOS HABÍAN EXPERIMENTADO. LOS RESPETABA MUCHO POR ELLO, A PESAR DE LAS EXCENTRICIDADES Y LOS MIEDOS QUE ARRASTRABAN DESDE ENTONCES. A PESAR DE SU HISTORIA, ERAN PERSONAS SANAS, FUERTES, RACIONALES, HONESTAS Y AMABLES Y SIEMPRE HABÍAN SIDO UN BUEN MODELO PARA ÉL. Y NADA DE LO QUE HABÍA OCURRIDO EN SU VIDA LOS HABÍA AMARGADO, A PESAR DE LA GUERRA.

HACIA EL FINAL DE LA COMIDA, MAX PARECÍA MÁS RELAJADO Y LE DEDICÓ UNA SONRISA A SU PADRE DESDE EL OTRO LADO DE LA MESA.

—GRACIAS POR EL BUEN CONSEJO, PAPÁ. ¿HA SIDO MAMÁ LA QUE TE HA CONVENCIDO PARA VENIR?

—NO, LA VERDAD. ELLA ESTÁ PREOCUPADA POR TI, PERO YO TAMBIÉN QUERÍA HABLAR CONTIGO. LA VIDA PASA MUY RÁPIDO. NO QUIERO QUE TE PIERDAS LAS PARTES BUENAS, COMO LA DE JULIE Y LAS NIÑAS. AL FINAL, ESO ES LO ÚNICO QUE IMPORTA. LO DEMÁS ESTÁ BIEN, PERO ES MENOS IMPORTANTE.

MAX LO ESCUCHÓ Y ASINTIÓ. SABÍA QUE SU PADRE TENÍA RAZÓN, PERO AUN ASÍ QUERÍA DARSE HASTA LOS CINCUENTA AÑOS PARA SEGUIR AUMENTANDO SU FORTUNA. HABÍA EXPERIMENTADO UN ASCENSO METEÓRICO HASTA EL MOMENTO Y SABÍA QUE PODRÍA PASAR MÁS TIEMPO CON JULIE Y LAS NIÑAS, Y QUE DEBÍA HACERLO, PERO TODAVÍA NO.

—TAMBIÉN VOY A INTENTAR BEBER MENOS.

SU PADRE NO HABÍA MENCIONADO EL TEMA, PERO MAX SE HABÍA DADO CUENTA DE CÓMO LO MIRABA CUANDO PIDIÓ EL SEGUNDO MARTINI.

—NO RIJAS TU VIDA SEGÚN NUESTROS MIEDOS, MAX. TENÍAMOS NUESTRAS RAZONES, PERO TÚ TIENES QUE VIVIR A TU MANERA. NO PIERDAS DE VISTA LO QUE ES IMPORTANTE. TODO PUEDE CAMBIAR EN UN INSTANTE Y LO PEOR QUE PUEDE PASARTE ES ARREPENTIRTE DE LO QUE NO HICISTE.

—¿TÚ TE ARREPIENTES DE ALGO?

MAX NUNCA LE HABÍA HECHO UNA PREGUNTA ASÍ Y SU PADRE REFLEXIONÓ UNOS INSTANTES.

—LO CIERTO ES QUE NO. DEBERÍA HABER OBLIGADO A TU MADRE A DIVERTIRSE MÁS. PERO LE DABA MIEDO. LO HEMOS COMPENSADO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, LE ENCANTAN NUESTROS CRUCEROS. Y TAMBIÉN CREO QUE DEBERÍAMOS HABER TENIDO OTRO HIJO PARA QUE NO TODO GIRARA EN TORNO A TI. NO DEBIÓ DE RESULTARTE FÁCIL.

—A VECES NO —CONTESTÓ CON SINCERIDAD—. PERO SUPERASTEIS EXTRAORDINARIAMENTE BIEN AQUELLA EXPERIENCIA. NO SÉ CÓMO LO HICISTEIS.

—YO TAMPOCO —DIJO JAKOB EN VOZ BAJA—, PERO TUVIMOS SUERTE, NOS TENÍAMOS EL UNO AL OTRO. NO SÉ SI HABRÍA SOBREVIVIDO SIN ELLA.

AMBOS GUARDARON SILENCIO UN MOMENTO Y LUEGO MAX MIRÓ EL RELOJ. TENÍA UNA REUNIÓN EN SU DESPACHO VEINTE MINUTOS MÁS TARDE, PERO HABÍA DISFRUTADO DEL RATO CON SU PADRE.

—DEBERÍAMOS QUEDAR MÁS A MENUDO, PAPÁ —DIJO SONRIENDO MIENTRAS SALÍAN DEL RESTAURANTE.

SU PADRE HABÍA INSISTIDO EN PAGAR LA COMIDA. HABÍA SIDO UN MOMENTO ESPECIAL Y, EN EL TAXI DE VUELTA AL DESPACHO, MAX PENSÓ EN LO QUE LE HABÍA DICHO SU PADRE. ESA NOCHE QUERÍA IRSE A CASA Y PASAR TIEMPO CON JULIE, ABRAZARLA. PERO A LAS CINCO RECIBIÓ UNA LLAMADA. LLEVABA UN TIEMPO INTENTANDO CERRAR UN TRATO EN CHICAGO Y QUERÍAN VERLO AQUELLA MISMA NOCHE. DUDÓ UN MOMENTO, PERO AL FINAL DECIDIÓ HACERLO. LLAMÓ A JULIE Y SE LO DIJO; LUEGO SALIÓ DEL TRABAJO HACIA EL AEROPUERTO Y COGIÓ UN VUELO A O’HARE A LAS SIETE EN PUNTO. NO ERA LO QUE SU PADRE HABRÍA QUERIDO QUE HICIERA, PERO TENÍA QUE HACERLO. UNA VEZ MÁS. YA PASARÍA TIEMPO CON JULIE Y LAS NIÑAS DURANTE EL FIN DE SEMANA.

MAX VOLÓ DESDE CHICAGO HASTA LOS ÁNGELES Y VOLVIÓ A NUEVA YORK TRES DÍAS DESPUÉS, A TIEMPO PARA EL FIN DE SEMANA. ACABABA DE ENTRAR POR LA PUERTA CUANDO JULIE SE VOLVIÓ HACIA ÉL CON UNA EXPRESIÓN EXTRAÑA EN LA CARA. NO LE HABÍA DADO TIEMPO NI A BESARLA.

—ACABA DE LLAMAR TU MADRE —DIJO MUY SERIA—, TU PADRE ESTÁ INGRESADO. HA PASADO ALGO ESTA TARDE. CREEN QUE HA TENIDO UN ATAQUE AL CORAZÓN. ESTÁ EN EL HOSPITAL DE LA UNIVERSIDAD DE NUEVA YORK.

MAX FUE DIRECTO AL TELÉFONO Y LLAMÓ A URGENCIAS, DONDE LE DIJERON QUE SU PADRE ESTABA EN LA UCI DE CARDIOLOGÍA. INTENTÓ HABLAR CON SU MADRE, PERO EMMANUELLE ESTABA CON SU MARIDO Y NO PUDO ATENDER EL TELÉFONO. MIRÓ A JULIE PRESA DEL PÁNICO.

—NO SÉ CUÁNDO VOY A VOLVER —DIJO, YA A MEDIO CAMINO DE LA PUERTA.

—¿QUIERES QUE VAYA CONTIGO? —GRITÓ ELLA A SU ESPALDA, Y ÉL DUDÓ UN MOMENTO Y NEGÓ CON LA CABEZA.

LO CIERTO ERA QUE NO QUERÍA. LE APETECÍA ESTAR A SOLAS CON SUS PADRES. JULIE NUNCA HABÍA ESTADO UNIDA A ELLOS, NI SIQUIERA DESPUÉS DE DIEZ AÑOS DE MATRIMONIO CON SU HIJO.

—QUÉDATE AQUÍ CON LAS NIÑAS. LUEGO TE LLAMO.

Y ENTONCES VOLVIÓ A MARCHARSE Y CONDUJO HASTA LA CIUDAD LO MÁS RÁPIDO QUE PUDO. DURANTE EL TRAYECTO, PENSÓ EN LA ÚLTIMA VEZ QUE HABÍA COMIDO CON SU PADRE Y EN TODO LO QUE JAKOB LE HABÍA DICHO. CUANDO LLEGÓ AL HOSPITAL, SE DIRIGIÓ A TODA PRISA HACIA LA UCI DE CARDIOLOGÍA. SU PADRE ESTABA CONECTADO A VARIOS MONITORES Y TENÍA LOS OJOS CERRADOS Y LA CARA GRIS. EMMANUELLE ESTABA DE PIE A SU LADO, AGARRÁNDOLE LA MANO. JAKOB NO PARECÍA ESTAR CONSCIENTE, PERO ABRIÓ LOS OJOS CUANDO MAX ENTRÓ EN LA HABITACIÓN Y LE HIZO UN GESTO CON LA CABEZA. SONRIÓ DE MANERA CASI IMPERCEPTIBLE Y VOLVIÓ A CERRAR LOS OJOS.

SALIERON DE PUNTILLAS DE LA HABITACIÓN PARA PODER HABLAR UNOS MINUTOS; UNA ENFERMERA SE QUEDÓ CON JAKOB.

—¿QUÉ HA PASADO? —LE PREGUNTÓ MAX.

—NO LO SÉ. SALIMOS A HACER LA COMPRA, ÍBAMOS HABLANDO Y DE REPENTE SE DETUVO Y SE CAYÓ AL SUELO, INCONSCIENTE. LLEGARON LOS SANITARIOS Y LO METIERON EN LA AMBULANCIA. DIJERON QUE ERA DEL CORAZÓN, SE LE PARÓ DOS VECES DE CAMINO AL HOSPITAL Y LO REANIMARON —RESPONDIÓ EMMANUELLE; LE COSTABA RESPIRAR Y TAMBIÉN ESTABA PALIDÍSIMA; TENÍA SESENTA Y OCHO AÑOS, PERO ERA UNA MUJER FUERTE Y MAX SIEMPRE LA HABÍA ADMIRADO POR ELLO—. SE LE VOLVIÓ A PARAR EL CORAZÓN CUANDO YA ESTÁBAMOS AQUÍ.

JAKOB YA HABÍA TENIDO PROBLEMAS CARDÍACOS ANTES, NO GRAVES Y HACÍA TIEMPO, Y SU SALUD HABÍA SUFRIDO AÑOS DE PENURIAS Y DESNUTRICIÓN, IGUAL QUE LA DE EMMANUELLE. PERO SIEMPRE LO HABÍAN SUPERADO TODO Y MAX SE HABÍA HECHO A LA IDEA DE QUE ASÍ CONTINUARÍA SIENDO. JAMÁS SE LE HABÍA OCURRIDO PENSAR QUE UNO DE ELLOS PUDIERA MORIR O PONERSE ENFERMO. ESPERABA QUE ESTUVIERAN ALLÍ PARA SIEMPRE. CONTABA CON ELLOS.

ENTONCES VOLVIERON A LA HABITACIÓN Y SE ACERCARON A JAKOB. ÉL ABRIÓ LOS OJOS Y MIRÓ A SU ESPOSA, QUE SE AGACHÓ Y LO BESÓ. JAKOB SONRIÓ Y LUEGO SE VOLVIÓ HACIA MAX, CERRÓ LOS OJOS Y SUSPIRÓ. PARECIÓ EXTRAÑAMENTE TRANQUILO, Y, MIENTRAS LO MIRABAN, MAX DE REPENTE SE DIO CUENTA DE QUE HABÍA DEJADO DE RESPIRAR. SONÓ UNA ALARMA Y UN EQUIPO DE MÉDICOS Y ENFERMERAS ENTRARON EN TROPEL A REANIMARLO DE NUEVO. LE GOLPEARON EL PECHO, LE MASAJEARON EL CORAZÓN, LE PUSIERON UNA INYECCIÓN Y LE HICIERON LA REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR. NO SIRVIÓ DE NADA. HABÍA LLEGADO SU HORA. SE ACABÓ. EN ALGÚN LUGAR ESTABA ESCRITO CUÁNTO DURARÍA SU VIDA Y HABÍA LLEGADO AL FINAL. ERA DEMASIADO JOVEN PARA MORIR, PERO AL PARECER NO DESPUÉS DE TODO LO QUE HABÍA PASADO.

EMMANUELLE PERMANECIÓ EN SILENCIO A SU LADO, AGARRÁNDOLE LA MANO A SU HIJO MIENTRAS LOS MÉDICOS ESTABAN CON JAKOB, PERO YA LO SABÍA. LO VEÍA. YA HABÍA VISTO LA MUERTE MUCHAS VECES, AUNQUE HACÍA MUCHO TIEMPO. EL ESPÍRITU DE JAKOB SE HABÍA EVAPORADO. EMMANUELLE ESTABA DESTROZADA CUANDO EL EQUIPO SE DETUVO. SE AGACHÓ Y BESÓ A SU MARIDO CON TERNURA Y MAX Y ELLA SALIERON EN SILENCIO DE LA HABITACIÓN. MAX LE PASÓ UN BRAZO POR LOS HOMBROS PARA DARLE APOYO, PERO SE SORPRENDIÓ SOLLOZANDO ENTRE SUS BRAZOS COMO EL NIÑO QUE UNA VEZ FUE. ERA ELLA QUIEN LE DABA APOYO AHORA, IGUAL QUE CON SU PADRE. HABÍAN ESTADO CASADOS CUARENTA Y CINCO AÑOS Y APENAS SE HABÍAN SEPARADO UN MOMENTO. HABÍAN COMPARTIDO TODAS LAS EXPERIENCIAS POSIBLES EL UNO CON EL OTRO Y SE HABÍAN DADO FUERZA, ESPERANZA Y GANAS DE VIVIR EN UN CAMPO DE EXTERMINIO. TENÍAN ESE TIPO DE AMOR QUE POCAS PERSONAS LLEGAN A CONOCER.

—HABÍA LLEGADO SU HORA —DIJO EMMANUELLE CON SUAVIDAD MIENTRAS SE ABRAZABAN.

NO SE REBELÓ CONTRA ELLO, NI LUCHÓ NI SE ENFADÓ. ELLA LO ENTENDÍA Y JAKOB SE HABÍA MARCHADO EN PAZ. VOLVIERON A LA HABITACIÓN CUANDO LOS MÉDICOS SE FUERON Y SE SITUARON UNO A CADA LADO DE LA CAMA DE JAKOB. PERO ÉL YA SE HABÍA IDO. PARECÍA QUE ESTUVIERA DURMIENDO. SU ESPOSA SE AGACHÓ PARA BESARLO POR ÚLTIMA VEZ Y LUEGO SALIÓ DE LA HABITACIÓN, CON LA ESPALDA RECTA, LA CABEZA ALTA Y MAX CAMINANDO A SU LADO. POR ALGUNA RAZÓN, EMMANUELLE SABÍA QUE AQUELLO ERA LO CORRECTO, LO QUE DICTABA EL DESTINO. ERA MAX QUIEN NO LO ACEPTABA, QUIEN NO QUERÍA PERDER AL PADRE AL QUE TANTO HABÍA QUERIDO. SE MARCHARON JUNTOS AL APARTAMENTO DE SUS PADRES Y NINGUNO DE LOS DOS DURMIÓ AQUELLA NOCHE. POR LA MAÑANA, MAX LLAMÓ A LA FUNERARIA PARA HACER LOS PREPARATIVOS. Y ENTONCES SE ACORDÓ DE LLAMAR A SU MUJER Y CONTARLE LO QUE HABÍA PASADO. ELLA LE DIJO CUÁNTO LO SENTÍA. JULIE TAMBIÉN HABÍA PERDIDO A SU PADRE Y SABÍA LO QUE ERA; MURIÓ DE UN CÁNCER FULMINANTE HACÍA UNOS AÑOS Y MAX ESTUVO A SU LADO DURANTE EL TRANCE. AHORA ELLA QUERÍA HACER LO MISMO POR ÉL, PERO ÉL NO SE LO PERMITÍA. JULIE LE DIJO QUE SE LO CONTARÍA A LAS NIÑAS CUANDO SE DESPERTARAN Y LUEGO MAX VOLVIÓ CON SU MADRE. ESTABA SENTADA AL ESCRITORIO DE JAKOB Y HABÍA SACADO UNA FOTOGRAFÍA DE ELLOS DOS EL DÍA DE SU BODA, ANTES DE EMBARCARSE HACIA ESTADOS UNIDOS. AMBOS PARECÍAN ESQUELETOS Y TODAVÍA LLEVABAN LA CABEZA RAPADA, PERO ESTABAN MUY FELICES. SONREÍAN Y TENÍAN LOS OJOS BRILLANTES Y LLENOS DE ALEGRÍA. EMMANUELLE LLEVABA UN PEQUEÑO RAMILLETE DE FLORES BLANCAS Y LOS DOS ESTABAN AGARRADOS DE LA MANO JUNTO AL CAPELLÁN MILITAR QUE ACABABA DE CASARLOS.

—FUE EL DÍA MÁS FELIZ DE MI VIDA —LE DIJO A MAX SONRIÉNDOLE AL MISMO TIEMPO QUE LE ENSEÑABA LA FOTOGRAFÍA.

NO TENÍAN DINERO Y ACABABAN DE SOBREVIVIR A UNA GUERRA Y A UN HORROR INIMAGINABLE; HABÍAN PERDIDO A TODOS SUS SERES QUERIDOS; LLEVABAN ROPA FEA DE SEGUNDA MANO QUE NO LES QUEDABA BIEN, Y ESTABAN A PUNTO DE SEGUIRSE EL UNO AL OTRO HASTA UN DESTINO DESCONOCIDO EN UN PAÍS EXTRANJERO, Y AUN ASÍ EMMANUELLE PODÍA DECIR QUE FUE EL DÍA MÁS FELIZ DE SU VIDA. MIENTRAS LA MIRABA, MAX VIO UNA FOTOGRAFÍA DE SU PROPIA BODA EN UN MARCO DE PLATA SOBRE EL ESCRITORIO DE SU PADRE Y SE PREGUNTÓ SI JULIE DIRÍA LO MISMO, O SI LO DIRÍA ÉL. NO ESTABA SEGURO.