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«La promesa del angel» Frederic Lenoir, Violette Cabesos s. XXI: Johanna es una joven arqueA?loga que desde niA±a ha tenido extraA±os sueA±os de crA­menes cometidos en un monasterio medieval, en el que aparece un monje decapitado que profiere una enigmA?tica frase “hay que excavar la tierra para llegar al cielo”. Cuando le encargan la bA?squeda de las tumbas de los fundadores del monasterio benedictino de Saint Michel, en NormandA­a, encuentra la oportunidad al mismo tiempo de desvelar el significado de sus sueA±os. s. XI: El monje Roman, es un joven benedictino obediente a la fe de la iglesia catA?lica y ayudante del arquitecto para la construcciA?n de una iglesia en la roca de Saint Michel. Herido por unos ladrones es atendido por una joven curandera de origen celta de la que se enamora perdida y platA?nicamente. Intenta sin A©xito convertir a la fe cristiana a la bella pagana, pero este amor prohibido termina por condenar a Moira a la tortura y la hoguera, y antes de morir ruega a Roman que cambie el lugar donde van a construir la iglesia pues se trata de un lugar sagrado para los celtas. Loco de dolor y de odio por un monje venenoso Almodius, que contribuyA? a la condena de su amada, Roman huye. Cuarenta aA±os despuA©s Roman vuelve a la abadA­a para enfrentarse a su viejo enemigo, pero Almodius le vencerA? decapitA?ndolo con su espada. Se suceden entonces otras muertes de monjes por misteriosos ritos: fuego, agua, aire y… Mil aA±os despuA©s cuando Johanna y su equipo de excavaciA?n encuentran la antigua cripta celta y empiezan a ser vA­ctimas de extraA±os asesinatos que parecen seguir un ritual. En la cripta Johanna encuentra la cabeza de RomA?n. A?El monje de sus sueA±os? Ahora falta encontrar el cuerpo del monje y liberarlo por fin del castigo eterno al que habA­a sido condenado, mientras se enfrenta a un misterioso asesino que parece guardar un lazo con el pasado de la abadA­a. Muertes rituales inexplicables, secretos milenarios, amores peligrosos, una historia que nos transporta a la subyugadora atmA?sfera medieval. Un thriller histA?rico con un toque esotA©rico espectacular y absorbente como pocos. Это и многое другое вы найдете в книге La promesa del angel (Frederic Lenoir, Violette Cabesos). Напишите свою рецензию о книге Frederic Lenoir, Violette Cabesos «La promesa del angel» http://izbe.ru/book/89193-la-promesa-del-angel-frederic-lenoir-violette-cabesos/
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Los siete ángeles y las siete copas de la ira de Dios. Los tiempos del fin tal como se describen en el libro del Apocalipsis; deben estudiarse en profundidad para estar preparados ante la llegada de Cristo. Apocalipsis 16 nos describe con exactitud el papel de los siete ángeles y las siete copas de la ira de Dios. Dios ordenó a los siete ángeles que derramaran sobre la tierra su ira. El primer ángel que derramó su copa provocó una úlcera maligna y pestilente sobre todos aquellos que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen. La segunda copa derramada por el segundo ángel convirtió el mar en sangre y murieron todos los seres vivos que habitaban en él. La tercera copa convirtió los ríos y las fuentes de agua en sangre. Durante este proceso el ángel que rige sobre las aguas dijo: Justo eres tú Señor el que eres y que eras, el Santo porque has Juzgado todas estas cosas. Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre porque lo merecen. Otros desde el altar también alabaron Al Señor porque sus juicios son verdaderos y justos. La cuarta copa de la ira de Dios. El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual le fue dado quemar a los hombres con su fuego. Y los hombres se quemaron con el gran calor y blasfemaron el nombre de Dios que tiene poder sobre estas plagas y no se arrepintieron para darle gloria. El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas. Y blasfemaron al Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, pero no se arrepintieron de sus obras. El sexto ángel derramó su copa y el río Éufrates se secó, esto para que estuviese preparado el camino para los reyes de oriente. De la boca del dragón y de la bestia salieron tres espíritus inmundos en forma de ranas. Son espíritus de demonios que hacen señales. Estos irán a los reyes de la tierra en todo el mundo. Para reunirlos a la batalla de aquél gran día del Dios todo poderoso. Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón. Recuerden siempre que Cristo dijo: He aquí yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus ropas. Para que no ande desnudo y vean su vergüenza. Apoc 16:15 El séptimo ángel y la séptima copa de la ira de Dios. Cuando el séptimo ángel derramó su copa por el aire; salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo relámpagos, voces, truenos y un gran temblor de tierra. Un terremoto tan grande cuál no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, las ciudades de las naciones cayeron. Y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. Toda Isla huyó y los montes no fueron hallados. Cayó sobre los hombres un gran granizo enorme como del peso de un talento. Y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga de granizo; por la plaga fue grande sobremanera.