Tatuadores famosos japoneses
Crecí en una familia musulmana observadora donde si uno de mis primos decidía hacerse un tatuaje, se veía obligado a mantenerlo oculto: los tatuajes eran un tabú religioso y cultural. Cuando mi tío de los Estados Unidos venía a visitarnos y nos reuníamos a cenar, los ojos de todos se fijaban en las marcas negras que tenía bajo la camisa. Para nosotros eran un misterio, aunque sabíamos que para él tenían que tener algún tipo de significado místico. Hoy mi piel está cubierta de varios tatuajes: los nombres de amigos muertos, un retrato de Gaddafi, las fechas en las que fui arrestado. Los hice sabiendo...