3
APRIL LLEGÓ AL RESTAURANTE DOS MINUTOS ANTES QUE SU MADRE, Y EL JEFE DE SALA LA ACOMPAÑÓ A LA MESA QUE TENÍAN RESERVADA. VALERIE ACUDÍA ALLÍ A MENUDO CON SUS AMISTADES. ERA SU LUGAR FAVORITO PARA CENAR, APARTE DEL RESTAURANTE DE APRIL, CLARO. SIN EMBARGO, LA GRENOUILLE, UN RESTAURANTE ELEGANTE Y DE MODA DESDE HACÍA AÑOS, ERA MÁS DE SU ESTILO. LOS ADORNOS FLORALES ERAN PRECIOSOS Y EL SERVICIO RESULTABA IMPECABLE. ADEMÁS, APRIL Y VALERIE COINCIDÍAN EN QUE LA COMIDA ERA DELICIOSA.
APRIL ESTABA SENTADA A LA MESA, ABSORTA Y EN ESTADO DE CHOQUE, CUANDO LLEGÓ SU MADRE. VALERIE, QUE ESTABA MUY GUAPA, BESÓ A APRIL EN LA MEJILLA CON UNA AMPLIA SONRISA Y SE SENTÓ.
—PERDONA EL RETRASO. HE TENIDO UNA MAÑANA MUY AJETREADA. ESTOY TRATANDO DE CERRAR EL PROGRAMA NAVIDEÑO. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! ESPERO QUE DE MOMENTO HAYAS PASADO UN BUEN DÍA.
APRIL NO PENSABA CONTARLE A SU MADRE LA VERDAD. QUIZÁ ACABASE HACIÉNDOLO, PERO DESDE LUEGO NO LO HARÍA EN ESE MOMENTO. ANTES TENÍA QUE ASIMILARLA ELLA MISMA Y TOMAR UNA DECISIÓN. QUIZÁ NUNCA SE LA CONTASE.
—NO ME PUEDO QUEJAR. AL AMANECER HE IDO A LA LONJA DE PESCADO Y AL MERCADO. ESTA NOCHE COMENZAMOS LA TEMPORADA DE LA TRUFA BLANCA. LAS TRUFAS LLEGARON HACE DOS DÍAS. ESTE FIN DE SEMANA DEBERÍAS VENIR A CENAR. —SONRIÓ A SU MADRE.
SIEMPRE HABÍAN MANTENIDO BUENAS RELACIONES, Y DESDE QUE AMBAS ERAN ADULTAS SE LLEVABAN AÚN MEJOR. ADEMÁS, APRIL SIEMPRE LE ESTARÍA AGRADECIDA POR HABER HECHO REALIDAD SU SUEÑO Y PRESTARLE EL DINERO PARA EL RESTAURANTE. HABÍA SIDO UN MARAVILLOSO REGALO.
—YO TAMBIÉN TE DESEO UN FELIZ CUMPLEAÑOS —AÑADIÓ.
VALERIE PIDIÓ CHAMPÁN PARA LAS DOS Y MIRÓ A SU HIJA.
—HOY HAN ANUNCIADO EN LA RADIO LA EDAD QUE TENGO —DIJO EN VOZ BAJA, SIN DISIMULAR EL DISGUSTO QUE SENTÍA DESDE QUE HABÍA OÍDO AQUEL PROGRAMA POR LA MAÑANA.
—LO SÉ. YA ME IMAGINABA QUE ESTARÍAS DESCONTENTA. LO SIENTO, MAMÁ. AUNQUE NO IMPORTA. NADIE LO DIRÍA. CASI PARECES TENER LA MISMA EDAD QUE YO.
—GRACIAS POR DECIRLO —DIJO VALERIE CON PESAR—, PERO AHORA TODO EL MUNDO SABE LA VERDAD.
—PUEDES DECIR QUE SE HAN EQUIVOCADO —INTENTÓ CONSOLARLA APRIL, AUNQUE ELLA MISMA ESTABA DEMASIADO AFECTADA PARA TRANQUILIZAR A NADIE.
—NO PUEDO CREER QUE TENGA SESENTA AÑOS —DIJO VALERIE.
APRIL LE SONRIÓ.
—PUES YO NO PUEDO CREER QUE TENGA TREINTA.
Y QUE ESTÉ EMBARAZADA, AÑADIÓ EN SILENCIO. CUMPLIR TREINTA AÑOS NO ERA EL FIN DEL MUNDO, PERO QUEDARSE EMBARAZADA DE UN HOMBRE AL QUE NO CONOCÍA NI MUCHO MENOS AMABA ERA LO PEOR QUE LE PODÍA PASAR.
—TÚ TAMPOCO LOS APARENTAS —DIJO VALERIE CON UNA SONRISA—, SOBRE TODO CON ESA TRENZA Y SIN MAQUILLAJE.
HACÍA MUCHO QUE HABÍA RENUNCIADO A CONVENCER A SU HIJA DE QUE UTILIZARA MAQUILLAJE. APRIL DECÍA QUE, CON SU TRABAJO Y SU ESTILO DE VIDA, NO TENÍA SENTIDO. AUNQUE LOS RASGOS Y LA FIGURA DE AMBAS ERA MUY SIMILAR, LAS DOS MUJERES NO HABRÍAN PODIDO SER MÁS DISTINTAS. UNA PARECÍA RECIÉN SALIDA DE LAS PÁGINAS DE VOGUE, Y LA OTRA ERA UNA BELLEZA COMPLETAMENTE NATURAL. CON LA CUIDADOSA ATENCIÓN QUE VALERIE PRESTABA A SU APARIENCIA, CASI HABRÍAN PODIDO SER HERMANAS.
DIERON UNOS SORBOS DE CHAMPÁN Y EL CAMARERO ANOTÓ SU PEDIDO. SALUDÓ CALUROSAMENTE A VALERIE Y LE DESEÓ FELIZ CUMPLEAÑOS. ELLA LE DIJO QUE TAMBIÉN ERA EL CUMPLEAÑOS DE APRIL. EL HOMBRE SONRIÓ. VALERIE PIDIÓ CANGREJO, Y APRIL MOLLEJAS; LE ENCANTABA CÓMO LAS PREPARABAN. EN ESE MOMENTO CAYÓ EN LA CUENTA DE QUE NO HABÍA TENIDO NÁUSEAS NI NINGÚN OTRO SÍNTOMA EN LOS DOS ÚLTIMOS MESES, APARTE DE CIERTA SENSIBILIDAD EN LOS PECHOS QUE HABÍA ATRIBUIDO AL RETRASO DE LA MENSTRUACIÓN. COMO SABÍA LO QUE LE OCURRÍA, LE RESULTABA DIFÍCIL PENSAR EN OTRA COSA. DE HECHO, IMPOSIBLE. SE ESTABA PERDIENDO LOS DOS TERCIOS DE TODO LO QUE DECÍA SU MADRE. EL CAMARERO LE SIRVIÓ OTRA COPA DE CHAMPÁN Y APRIL SE LA BEBIÓ. ESTABA TRATANDO DE IGNORAR SU EMBARAZO. CUANDO LLEGÓ LA COMIDA SE SENTÍA UN POCO MAREADA. Y AL FINAL, CUANDO ACABARON, VALERIE LA MIRÓ INQUIETA. APRIL PARECÍA ATURDIDA Y LLEVABA TODO EL ALMUERZO PREOCUPADA Y DISTRAÍDA. Y ESTABA UN POQUITO ACHISPADA.
—¿ESTÁS DISGUSTADA POR TU CUMPLEAÑOS O TE PASA ALGO? —LE PREGUNTÓ SU MADRE CON TERNURA.
APRIL NEGÓ CON LA CABEZA Y TRATÓ DE SONREÍR.
—NO, ESTOY BIEN. CREO QUE CUMPLIR LOS TREINTA ME HA AFECTADO MÁS DE LO QUE ESPERABA. Y EL CHAMPÁN TAMBIÉN.
HABÍAN TOMADO CRISTAL, QUE ERA EL FAVORITO DE LAS DOS. APRIL NO LO SERVÍA EN EL RESTAURANTE; ERA DEMASIADO CARO PARA SUS CLIENTES. TAMPOCO SERVÍAN EL CHÂTEAU D’YQUEM QUE LES SIRVIÓ EL CAMARERO DESPUÉS DE COMER COMO OBSEQUIO DE LA CASA. ERA EL MEJOR VINO DULCE QUE EXISTÍA, Y APRIL NO QUISO HERIR SUS SENTIMIENTOS, ASÍ QUE SE LO BEBIÓ.
—CUANDO VUELVA AL TRABAJO ESTARÉ BORRACHA —DIJO VALERIE CON UNA CARCAJADA.
APRIL LA MIRÓ FIJAMENTE. SE SENTÍA ATONTADA.
—SÍ, YO TAMBIÉN —CONTESTÓ CON UN TONO VAGO. MIRÓ A SU MADRE A TRAVÉS DE UNA NUBE DE VINO, Y DIJO EXACTAMENTE LAS PALABRAS QUE SE HABÍA PROMETIDO NO PRONUNCIAR—: ESTOY EMBARAZADA.
LO SOLTÓ SIN MÁS, Y LA REVELACIÓN QUEDÓ ENTRE ELLAS COMO UN ELEFANTE SOBRE LA MESA. VALERIE SE LA QUEDÓ MIRANDO, ASOMBRADA.
—¿ESTÁS EMBARAZADA? ¿CÓMO HA OCURRIDO? O SEA…, NO ME HAGAS CASO. ¿SALES CON ALGUIEN? ¿QUIÉN ES?
SI SALÍA CON ALGUIEN, APRIL NO LE HABÍA DICHO UNA PALABRA DE ELLO. VALERIE PARECÍA ATÓNITA. AQUELLO ERA LO ÚLTIMO QUE ESPERABA.
—NO, NO SALGO CON NADIE. COMETÍ UN ERROR ESTÚPIDO EL FIN DE SEMANA DEL DÍA DEL TRABAJO. NI SIQUIERA LO CONOZCO. SOLO LO HE VISTO UNA VEZ. HOY ME HE ENTERADO DE LA NOTICIA.
VALERIE LA MIRÓ Y LE TOCÓ LA MANO. ESTABA TAN CONMOCIONADA COMO APRIL AL COMPROBAR EL RESULTADO DE LA PRUEBA.
—¿QUÉ VAS A HACER? BUENO, SUPONGO QUE NO HACE FALTA QUE TE PREGUNTE QUÉ, SINO… ¿CUÁNDO?
—NO SÉ NI QUÉ NI CUÁNDO. NUNCA ME HABÍA PASADO. TENGO TREINTA AÑOS, Y ESTA MAÑANA ESTABA PASÁNDOLO MAL AL PENSAR QUE NO ESTOY CASADA NI TENGO NIÑOS. Y AHORA MIRA LO QUE ME HA PASADO. NO TENGO LA MENOR IDEA DE LO QUE VOY A HACER, DE LO QUE ESTÁ BIEN O DE LO QUE QUIERO.
—¿LO TENDRÍAS?
VALERIE PARECIÓ TODAVÍA MÁS IMPRESIONADA ANTE ESA PERSPECTIVA. NUNCA HABÍA PENSADO EN ELLO, AUNQUE APRIL NUNCA SE HABÍA QUEDADO EMBARAZADA DE UN EXTRAÑO.
—NO LO SÉ. NI SIQUIERA ESTOY SEGURA DE QUERER SER MADRE ALGUNA VEZ. PERO AHORA HA SUCEDIDO ESTO. QUIZÁ DEBERÍA APROVECHARLO, AUNQUE SIN DUDA ME COMPLICARÍA LA VIDA.
—¿VAS A DECÍRSELO AL PADRE?
VALERIE NUNCA HABÍA IMAGINADO QUE LE HARÍA ESAS PREGUNTAS A SU HIJA. APRIL SIEMPRE SE HABÍA COMPORTADO CON SENSATEZ. Y DE PRONTO ESTABA EMBARAZADA DE UN HOMBRE AL QUE NO CONOCÍA. ERA UNA PESADILLA PARA APRIL. SU MADRE SINTIÓ PENA POR ELLA.
—NO LO SÉ. LO MÁS PROBABLE ES QUE NI SIQUIERA SE ACUERDE DE MÍ NI DE LO QUE PASÓ. LOS DOS ESTÁBAMOS BORRACHOS. SEGURAMENTE NO DEBERÍA DECÍRSELO. ME OCUPARÉ DE ELLO SOLA.
—¿ES BUENA PERSONA?
—NO TENGO NI IDEA. SOLO SÉ QUE SE LLAMA MIKE STEINMAN Y QUE ME HIZO UNA CRÍTICA MALÍSIMA.
—¿DESPUÉS DE ACOSTARSE CONTIGO? ¡QUÉ MALEDUCADO!
VALERIE VOLVÍA A PARECER CONMOCIONADA, Y APRIL SE ECHÓ A REÍR. CONFESARLE A SU MADRE LO OCURRIDO LE HABÍA QUITADO UN POCO LA BORRACHERA. DECIDIERON NO TOMAR POSTRE Y PIDIERON CAFÉ. APRIL SE SINTIÓ MÁS COHERENTE DESPUÉS DE TOMARSE EL SUYO.
—ME CUESTA CREER LO QUE HA PASADO. ME TOMÉ UN ANTIBIÓTICO PARA UNA INFECCIÓN DE GARGANTA, Y MI ACUPUNTORA DICE QUE PUEDE QUE ANULASE EL EFECTO DE LA PÍLDORA. LA POSIBILIDAD DE QUE ESTUVIESE EMBARAZADA SE LE HA OCURRIDO A ELLA. A MÍ NO, DESDE LUEGO. NI SE ME HABÍA PASADO POR LA CABEZA.
—¿DE CUÁNTO ESTÁS? —PREGUNTÓ VALERIE CON UNA EXPRESIÓN PREOCUPADA.
SE LE HABÍA OLVIDADO PREGUNTARLO. HABÍA SIDO UNA REVELACIÓN IMPACTANTE Y UNA CONMOCIÓN ENORME PARA LAS DOS.
—ESTOY DE DOS MESES. ME QUEDÉ EL FIN DE SEMANA DEL DÍA DEL TRABAJO —REPITIÓ APRIL, Y SU MADRE ASINTIÓ CON LA CABEZA.
—SI VAS A HACER ALGO AL RESPECTO, TENDRÁS QUE HACERLO PRONTO.
—YA LO SÉ. IRÉ A VER A MI DOCTORA.
SIN EMBARGO, LA DECISIÓN ERA SUYA. Y NO TENÍA NADA QUE DECIRLE A MIKE STEINMAN, SALVO QUE DECIDIESE TENERLO. EN ESE CASO, ÉL TENDRÍA DERECHO A SABERLO, AUNQUE APRIL NO QUISIERA NADA DE AQUEL TIPO.
—¿QUÉ PUEDO HACER PARA AYUDARTE? —SE OFRECIÓ VALERIE.
—DE MOMENTO, NADA. TENGO QUE DECIDIRLO YO SOLA.
—HOY EN DÍA MUCHAS MUJERES SOLTERAS TIENEN HIJOS, SOBRE TODO A TU EDAD. ESA CUESTIÓN HA DEJADO DE SER TABÚ Y, POR SUERTE, SI ES QUE DECIDES TENER EL NIÑO, NO TIENES POR QUÉ CASARTE CON ALGUIEN QUE NI SIQUIERA TE CAE BIEN. AUNQUE CON LO MUCHO QUE TRABAJAS NO VEO CÓMO PODRÍAS CRIAR A UN HIJO TÚ SOLA.
—YO TAMPOCO —RESPONDIÓ APRIL CON FRANQUEZA—. ESTO NO ENTRABA EN MIS PLANES.
NO TENÍA SENTIDO QUE TUVIESE AQUEL HIJO, Y AMBAS LO SABÍAN, PERO EN ÚLTIMA INSTANCIA LA DECISIÓN ERA DE ELLA. APRIL SABÍA QUE, DECIDIESE LO QUE DECIDIESE, SIEMPRE CONTARÍA CON EL APOYO DE SU MADRE.
—YA TE DIRÉ ALGO CUANDO LO DECIDA. SUPONGO QUE NO OLVIDAREMOS FÁCILMENTE ESTE CUMPLEAÑOS. NO PENSABA DECÍRTELO ANTES DE TOMAR UNA DECISIÓN.
—ME ALEGRO DE QUE ME LO HAYAS DICHO —DIJO VALERIE—. A TI TE CORRESPONDE DECIDIR, APRIL. TU PADRE Y YO TE APOYAREMOS, HAGAS LO QUE HAGAS.
—NO LE DIGAS NADA A PAPÁ TODAVÍA —DIJO APRIL, INQUIETA. NO SE IMAGINABA CONTÁNDOSELO A ÉL NI A MADDIE. SI TUVIERA UN BEBÉ, SERÍA UNA CONMOCIÓN PARA TODOS. O QUIZÁ NO. ¿ACASO IMPORTABA? LO ÚNICO QUE IMPORTABA ERA ACTUAR DE LA MEJOR FORMA POSIBLE DADAS LAS CIRCUNSTANCIAS, Y AÚN NO SABÍA QUÉ SERÍA LO MEJOR. AL FIN Y AL CABO, ACABABA DE ENTERARSE Y LE COSTABA HACERSE A LA IDEA. MIRÓ SU RELOJ Y VALERIE PIDIÓ LA CUENTA—. MÁS VALE QUE VUELVA AL TRABAJO.
—YO TAMBIÉN —DIJO VALERIE, AÚN PASMADA TRAS OÍR LA NOTICIA DE APRIL.
—¿QUÉ HARÁS ESTA NOCHE? —LE PREGUNTÓ APRIL—. ¿SALDRÁS CON AMIGOS?
—AHORA QUE TODO EL MUNDO SABE LA EDAD QUE TENGO, VOY A METERME EN LA CAMA A LLORAR —DIJO CON UNA SONRISA APESADUMBRADA.
—¿QUIERES VENIR A CENAR AL RESTAURANTE? ESTA NOCHE HAREMOS LA PASTA CON TRUFA BLANCA. SI LO PREFIERES, PUEDO HACERTE UN RISOTTO.
—CREO QUE PREFIERO ESTAR SOLA —RESPONDIÓ VALERIE CON FRANQUEZA.
APRIL LO ENTENDIÓ. ELLA TAMBIÉN HABRÍA QUERIDO ESTAR SOLA. TENÍA MUCHO EN QUÉ PENSAR, PERO DEBÍA TRABAJAR.
—TE QUIERO, MAMÁ. GRACIAS POR TOMÁRTELO TAN BIEN. SIENTO HABÉRTELO DICHO EL DÍA DE TU CUMPLEAÑOS —DIJO APRIL MIENTRAS SE PONÍAN EL ABRIGO.
—LO QUE SIENTO YO ES QUE TE HAYA OCURRIDO.
NO LE ENVIDIABA LA DECISIÓN A SU HIJA, PERO SOLO VEÍA UNA POSIBILIDAD. CRIAR A UN HIJO Y LLEVAR UN RESTAURANTE SIN NADIE QUE LA AYUDASE SERÍA DEMASIADO PARA ELLA. DESDE EL PUNTO DE VISTA DE VALERIE, SOLO HABÍA UNA OPCIÓN POSIBLE, NO DOS. APRIL NO PODÍA TENER EL BEBÉ, Y MENOS SIN UN PADRE. PERO RESPETABA SU DERECHO A TOMAR LA DECISIÓN. ESTABA SEGURA DE QUE APRIL LLEGARÍA A LA MISMA CONCLUSIÓN. ADEMÁS, VALERIE SABÍA QUE NO TENÍA NINGUNA PRISA POR SER MADRE.
—FELIZ CUMPLEAÑOS, MAMÁ —DIJO APRIL CON TRISTEZA MIENTRAS SE ABRAZABAN EN LA PUERTA DE LA GRENOUILLE—. GRACIAS POR SER TAN BUENA CONMIGO. Y, CRÉEME, NADIE DIRÍA QUE TIENES SESENTA AÑOS.
—PUES NO ME HAGAS ABUELA TODAVÍA —DIJO VALERIE CON PESAR—. NO ESTOY PREPARADA PARA ESO.
—YO TAMPOCO —RESPONDIÓ APRIL CON FRANQUEZA—. NUNCA PENSÉ QUE TENDRÍA QUE ENFRENTARME A ALGO ASÍ.
—BUENO, FELIZ CUMPLEAÑOS DE TODOS MODOS, CARIÑO.
VALERIE LE LANZÓ UN BESO, CADA CUAL SE SUBIÓ A UN TAXI Y VOLVIERON AL TRABAJO.
AL LLEGAR AL RESTAURANTE, APRIL FUE A SU PISO A CAMBIARSE DE ROPA. ESTABA EN LA COCINA CINCO MINUTOS MÁS TARDE, AGRADECIDA POR LA DISTRACCIÓN. TRABAJÓ SIN PARAR DURANTE TODA LA TARDE, HACIENDO ELLA MISMA LOS PREPARATIVOS PARA LA CENA, Y LLEGÓ LA MEDIANOCHE ANTES DE QUE POR FIN SE SENTARA A DESCANSAR. HABÍA SIDO LA MEJOR FORMA DE PASAR SU CUMPLEAÑOS, DEMASIADO OCUPADA Y CANSADA PARA PENSAR.
HABÍAN SERVIDO SIETE RACIONES DE PASTA CON TRUFA A PESAR DEL PRECIO, Y LOS SUFLÉS AL GRAND MARNIER ESTABAN DELICIOSOS. EL PERSONAL LE HABÍA REGALADO UNA TARTA DE CUMPLEAÑOS, Y EL RESTAURANTE ENTERO LE HABÍA CANTADO «CUMPLEAÑOS FELIZ». DE NO SER POR EL RESULTADO DE LA PRUEBA DE EMBARAZO, HABRÍA SIDO UNA VELADA MUY AGRADABLE. SIN EMBARGO, RESULTABA IMPOSIBLE NO PENSAR EN AQUEL HECHO QUE LO CAMBIABA TODO. APRIL SENTÍA COMO SI LLEVARA UN PESO DE MIL KILOS SOBRE LOS HOMBROS, COMO SI, AL TENER QUE AFRONTAR AQUELLA TERRIBLE DECISIÓN, HUBIESE ENVEJECIDO DIEZ AÑOS EN UN DÍA. AL SOPLAR LAS VELAS DE LA TARTA, PIDIÓ QUE TODO SALIERA BIEN.
ESA NOCHE, EN LA CAMA, VALERIE LE DESEÓ LO MISMO. DE PRONTO, CUMPLIR SESENTA AÑOS NO LE PARECÍA TAN DEVASTADOR. ESTABA PREOCUPADA POR SU HIJA. Y AL APAGAR LA LUZ RECORDÓ LA PREDICCIÓN DE ALAN: QUE APRIL IBA A TENER UN HIJO. AL PENSARLO, VALERIE SINTIÓ UN ESCALOFRÍO. TENÍA RAZÓN, AL MENOS EN LO DEL EMBARAZO. FALTABA VER SI HABRÍA HIJO. ESO LA LLEVÓ A PENSAR EN EL HOMBRE NUEVO QUE LE HABÍA PREDICHO A ELLA. SI HABÍA ACERTADO EN LO DE APRIL, QUIZÁ ACERTASE TAMBIÉN EN ESO. SERÍA BONITO, PARA VARIAR. SIN EMBARGO, EN ESE MOMENTO SOLO PODÍA PENSAR EN APRIL.
ESA NOCHE JACK ADAMS YACÍA EN SU CAMA ATIBORRADO DE ANALGÉSICOS. NO HABÍA ACUDIDO AL CIPRIANI. AL SALIR DEL DESPACHO SE HABÍA ARRASTRADO HASTA SU CASA PARA ACOSTARSE. NO HUBO SEXO ACROBÁTICO NI MODELOS DE VEINTIDÓS AÑOS QUE CELEBRASEN CON ÉL SUS CINCUENTA AÑOS. ESTABA MUERTO DE DOLOR, VIENDO LA TELEVISIÓN, PENSANDO EN CUÁNTO SE HABÍA DIVERTIDO DURANTE TODOS AQUELLOS AÑOS Y CONVENCIDO DE QUE LA VIDA QUE CONOCÍA SE HABÍA TERMINADO PARA SIEMPRE. HABÍA SIDO UN CUMPLEAÑOS HORRIBLE. AÑORABA SU JUVENTUD PERDIDA, DESAPARECIDA ENTRE LOS BRAZOS DE UNA CHICA LA NOCHE ANTERIOR. ESTABA SEGURO DE QUE CATWOMAN HABÍA ACABADO PARA SIEMPRE CON SUPERMAN. CUMPLIR CINCUENTA AÑOS HABÍA SIDO AÚN PEOR DE LO QUE SE TEMÍA.