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APRIL WYATT SE LEVANTÓ DE LA CAMA SIN RECORDAR EL DÍA QUE ERA. AL SALTAR LA ALARMA DEL DESPERTADOR, SE DESPERTÓ Y SE DIRIGIÓ AL CUARTO DE BAÑO ARRASTRANDO LOS PIES. ACABABAN DE DAR LAS CUATRO DE LA MADRUGADA. PRETENDÍA ESTAR A LAS CINCO EN LA LONJA DE PESCADO DE SOUTH BRONX Y A LAS SEIS EN EL MERCADO CON EL FIN DE HACER LA COMPRA PARA SU RESTAURANTE. SE ESTABA LAVANDO LOS DIENTES CUANDO SE ACORDÓ DE QUE ERA SU CUMPLEAÑOS. NORMALMENTE, NO LE IMPORTABA, PERO ESE AÑO SE SENTÍA DISGUSTADA. CUMPLÍA TREINTA, UN MOMENTO QUE HABÍA ESTADO TEMIENDO. DETESTABA LOS «CUMPLEAÑOS DECISIVOS». TE OBLIGABAN A EVALUARTE A TI MISMA EN FUNCIÓN DE LA OPINIÓN AJENA, Y SEGÚN LOS CRITERIOS TRADICIONALES, ELLA NO ESTABA A LA ALTURA. SE SUPONÍA QUE A LOS TREINTA DEBÍAS ESTAR CASADA, TENER HIJOS Y/O ÉXITO EN TU PROFESIÓN, Y QUIZÁ INCLUSO TENER UNA VIVIENDA EN PROPIEDAD. APRIL POSEÍA UN RESTAURANTE, PERO NO TENÍA MARIDO NI NOVIO Y ESTABA A AÑOS LUZ DE TENER CRÍOS O PLANTEARSE SIQUIERA LA POSIBILIDAD. ESTABA ENDEUDADA HASTA LAS CEJAS CON SU MADRE, QUE HABÍA PUESTO EL DINERO NECESARIO PARA ADQUIRIR EL LOCAL EN EL QUE HABÍA ABIERTO EL RESTAURANTE DE SUS SUEÑOS. AUNQUE EL NEGOCIO IBA VIENTO EN POPA, AÚN NO HABÍA ACABADO DE SALDAR LA DEUDA. SU MADRE NUNCA LA PRESIONABA, PERO APRIL ESPERABA PODER DEVOLVERLE EL DINERO AL CABO DE CINCO AÑOS SI EL RESTAURANTE SEGUÍA GENERANDO INGRESOS. EL LOCAL Y EL APARTAMENTO SITUADOS ENCIMA, EN LOS QUE TENÍA SU VIVIENDA Y SU DESPACHO, ESTABAN EN EL DISTRITO DE NUEVA YORK EN EL QUE SE CONCENTRABAN LAS INDUSTRIAS CÁRNICAS. AÑOS ATRÁS, LA ZONA HABÍA SIDO UN BARRIO POBRE, Y EL EDIFICIO HABÍA REQUERIDO UNA REFORMA EXHAUSTIVA EN LA QUE APRIL HABÍA GASTADO LO MENOS POSIBLE, DEDICANDO CASI TODOS SUS ESFUERZOS AL RESTAURANTE. SIN EMBARGO, EL APARTAMENTO ERA UN VERDADERO TUGURIO.
ASÍ PUES, RESPECTO A LA OPINIÓN GENERAL ACERCA DE DÓNDE DEBÍA ESTAR A LOS TREINTA, TENÍA UN NEGOCIO Y UNA PROFESIÓN, PERO POCO MÁS. NI HOMBRE, NI HIJOS, NI CASA PROPIA…, Y UN MONTÓN DE DEUDAS. SIN EMBARGO, HABÍA LOGRADO SU SUEÑO, Y ESTABA ENCANTADA. EL RESTAURANTE, LLAMADO APRIL IN NEW YORK, SE LLENABA CASI TODAS LAS NOCHES Y HABÍA RECIBIDO VARIAS CRÍTICAS ESTUPENDAS EN LOS TRES AÑOS TRANSCURRIDOS DESDE SU INAUGURACIÓN. APRIL ERA AL CIEN POR CIEN LA MADRE DE LA CRIATURA. EL RESTAURANTE ERA TAL COMO ELLA SIEMPRE HABÍA QUERIDO Y CONTABA CON UNA CLIENTELA NUMEROSA Y ASIDUA. ABRÍA LOS SIETE DÍAS DE LA SEMANA, Y LA PROPIA APRIL ESTABA ALLÍ DÍA Y NOCHE. COMPRABA TODA LA COMIDA, ERA LA CHEF PRINCIPAL Y, AUNQUE LA COCINA ERA EL LUGAR DONDE MÁS FELIZ SE SENTÍA, TAMBIÉN VISITABA A LOS COMENSALES EN LAS MESAS. TENÍA QUE DAR LA CARA DE VEZ EN CUANDO, EN ESPECIAL ANTE LOS CLIENTES MÁS FIELES. ELLA MISMA SELECCIONABA TODOS LOS VINOS, Y EL LOCAL OFRECÍA UNA CARTA DE VINOS INTERESANTE A PRECIOS MODERADOS. EL APRIL IN NEW YORK ERA, PARA ALGUNOS, EL MEJOR RESTAURANTE DE LA CIUDAD.
APRIL HABÍA DEJADO LA UNIVERSIDAD TRAS EL PRIMER CURSO PARA TOMARSE UN AÑO SABÁTICO Y NUNCA HABÍA VUELTO, A PESAR DE TODAS LAS ASPIRACIONES DE SUS PADRES. SU PADRE ERA PROFESOR DE HISTORIA MEDIEVAL EN COLUMBIA, Y LA JOVEN HABÍA ESTUDIADO ALLÍ DURANTE UN AÑO EN EL QUE NO DEJÓ DE SENTIRSE DESGRACIADA NI POR UN MOMENTO. LO QUE ELLA QUERÍA ERA SER CHEF. NUNCA SE HABÍA DEJADO CONTAGIAR POR LA PASIÓN QUE SENTÍA SU MADRE POR LA VIDA REFINADA; LO ÚNICO QUE LE INTERESABA A APRIL ERA LO QUE SUCEDÍA EN LA COCINA. LAS BODAS ELEGANTES, LOS CUBIERTOS O LO BONITO QUE ESTABA EL SALÓN NO SIGNIFICABAN NADA PARA ELLA. LO QUE LE ENCANTABA ERA PREPARAR COMIDAS DELICIOSAS PARA TODOS LOS GUSTOS.
HABÍA PASADO SEIS AÑOS EN FRANCIA Y EN ITALIA ESTUDIANDO Y HACIENDO PRÁCTICAS PARA LLEGAR A SER CHEF, Y ACABÓ TRABAJANDO EN ALGUNOS DE LOS MEJORES RESTAURANTES DE EUROPA. FUE APRENDIZA DE ALAIN DUCASSE EN PARÍS Y MÁS TARDE AYUDANTE DE REPOSTERÍA EN LA TOUR D’ARGENT. TRABAJÓ EN FLORENCIA Y EN ROMA, Y CUANDO VOLVIÓ A ESTADOS UNIDOS CON VEINTICINCO AÑOS, YA TENÍA MUCHA EXPERIENCIA A SUS ESPALDAS. TRABAJÓ DURANTE UN AÑO EN UNO DE LOS MEJORES RESTAURANTES DE NUEVA YORK, Y LUEGO, CON LA AYUDA DE SU MADRE, PASÓ UN AÑO MONTANDO EL RESTAURANTE DE SUS SUEÑOS. DESEABA SERVIR LO MEJOR DE LO MEJOR, TANTO EXQUISITECES COMO COMIDAS SENCILLAS A GUSTO DE TODOS, SIN COMPLICARSE CON SALSAS ELABORADAS O CON UNA CARTA DESTINADA SOLO A OCASIONES ESPECIALES. OFRECÍA UNA PASTA FABULOSA QUE ELABORABA ELLA MISMA CON LA TÉCNICA QUE HABÍA APRENDIDO EN ROMA Y EN FLORENCIA, Y BISTEC TÁRTARO JUSTO COMO LO PREPARABAN EN FRANCIA. SERVÍA CARACOLES PARA AQUELLOS CLIENTES QUE LOS APRECIABAN, FOIE GRAS CALIENTE Y FRÍO Y MORCILLA. TENÍA EL MEJOR SALMÓN, INOLVIDABLES HAMBURGUESAS CON QUESO EN PANECILLOS CASEROS, MACARRONES CON QUESO, PASTEL DE CARNE Y ESTOFADO DE VACA CON PATATAS COMO EL DE LAS ABUELAS, PIZZAS DE ALTA COCINA, POLLO ASADO Y FRITO, PIERNA DE CORDERO A LA FRANCESA Y DELICIOSO PURÉ DE PATATAS. HABÍA BLINIS CON CAVIAR, ROLLITOS DE PRIMAVERA Y DIM SUM, BUEYES DE MAR Y LANGOSTAS DE MAINE, Y EN VERANO CANGREJOS, GAMBAS FANTÁSTICAS Y OSTRAS QUE ESCOGÍA ELLA MISMA. LA CARTA ERA UNA COMBINACIÓN DE TODO AQUELLO QUE A LOS CLIENTES LES ENCANTABA COMER Y A APRIL LE ENCANTABA COCINAR, CON UN APARTADO ENTERO DE COMIDA RECONFORTANTE QUE SE SERVÍA A CUALQUIER HORA DEL DÍA, NO SOLO EN EL BRUNCH DEL DOMINGO, DESDE SOPA DE PAN ÁCIMO HASTA POLENTA, PASANDO POR SOPA DE PISTONES, TORTITAS, TORRIJAS Y GOFRES. HABÍA CONTRATADO AL REPOSTERO DEL HOTEL RITZ DE PARÍS, QUE PREPARABA EXQUISITOS PASTELES, POSTRES Y SUFLÉS. TAMBIÉN TENÍA BUENOS VINOS PROCEDENTES DE TODO EL MUNDO A PRECIOS MODERADOS, CON UN EXCELENTE SUMILLER PARA FACILITAR LA ELECCIÓN.
EL RESTAURANTE HABÍA SIDO UN ÉXITO INMEDIATO NO SOLO ENTRE LOS CLIENTES, SINO TAMBIÉN ENTRE LOS HIJOS DE ESTOS. LA CARTA INFANTIL INCLUÍA SÁNDWICHES DE QUESO A LA PARRILLA QUE GUSTABAN A NIÑOS Y ADULTOS, PERRITOS CALIENTES Y HAMBURGUESAS, PIZZAS MINÚSCULAS, PASTA SIN SALSA, MACARRONES CON QUESO, RACIONES PEQUEÑAS DE POLLO FRITO, ASÍ COMO UNAS PATATAS FRITAS QUE HABÍA APRENDIDO A PREPARAR EN FRANCIA Y QUE A TODO EL MUNDO LE ENCANTABAN. Y PARA EL POSTRE DE LOS NIÑOS DULCE DE AZÚCAR CALIENTE, GALLETAS CON CHOCOLATE Y MALVAVISCO, BANANA SPLITS, BATIDOS Y REFRESCOS CON HELADO DE VAINILLA. CUANDO LOS PADRES LES DECÍAN A SUS HIJOS QUE IBAN AL RESTAURANTE DE APRIL, LOS CRÍOS DABAN SALTOS DE ALEGRÍA. Y SI UN ADULTO QUERÍA PEDIR ALGO DE LA CARTA INFANTIL, NO HABÍA PROBLEMA. ERA EL TIPO DE RESTAURANTE AL QUE A APRIL LE HABRÍA ENCANTADO IR DE NIÑA Y TAMBIÉN DE ADULTA, Y POR ESO TENÍA TANTO ÉXITO.
EL LOCAL SIEMPRE ESTABA COMPLETO PARA LA COMIDA, LA CENA Y EL BRUNCH DEL DOMINGO. EN ESA ÉPOCA DEL AÑO, EL MES DE NOVIEMBRE, APRIL SERVÍA TRUFAS BLANCAS CON PASTA O HUEVOS REVUELTOS PARA LOS CLIENTES QUE LAS APRECIABAN. PAGABA UNA FORTUNA POR LAS TRUFAS BLANCAS, QUE SOLO PODÍAN HALLARSE EN LA ISLA ITALIANA DE ELBA Y QUE LE ENVIABAN CADA NOVIEMBRE DURANTE LA TEMPORADA DE TRES SEMANAS. HABÍAN LLEGADO DE ITALIA HACÍA DOS DÍAS; SOLO LOS AUTÉNTICOS ENTUSIASTAS DE LA GASTRONOMÍA CONOCÍAN Y ADORABAN LAS DELICADAS RAÍCES ACRES Y AROMÁTICAS QUE SE ENCONTRABAN BAJO TIERRA Y SE RALLABAN SOBRE LA PASTA O EL RISOTTO. APRIL IBA A EMPEZAR A SERVIRLAS ESA NOCHE. LO QUE MÁS LE GUSTABA DE SU CUMPLEAÑOS ERA QUE COINCIDÍA CON LA TEMPORADA DE LAS TRUFAS BLANCAS, QUE LA VOLVÍAN LOCA. SUPONÍAN UNA GRAN INVERSIÓN PARA ELLA, DADO QUE COSTABAN UN DINERAL.
APRIL IN NEW YORK ERA TODO UN ÉXITO Y LA VIDA ENTERA DE SU PROPIETARIA, QUE NO TENÍA TIEMPO NI INTERÉS PARA NADA MÁS. Y SOLO EN UN DÍA COMO ESE SE PERMITÍA PENSAR EN LO QUE FALTABA EN SU VIDA. DE HECHO, NO HABÍA NADA MÁS EN ELLA APARTE DEL RESTAURANTE. NO HABÍA TENIDO NINGUNA RELACIÓN SERIA EN CINCO AÑOS, AUNQUE DE TODOS MODOS TAMPOCO DISPONÍA DE TIEMPO. EN PARÍS SE HABÍA VISTO ENVUELTA EN UNA MALA RELACIÓN CON OTRO CHEF QUE LA DEJABA CADA CINCO MINUTOS Y UNA VEZ LA AMENAZÓ CON UN CUCHILLO DE CARNICERO. HABÍA NECESITADO DOS AÑOS, UN PSIQUIATRA Y DIECIOCHO MESES DE PROZAC PARA OLVIDARLO, Y A PARTIR DE ENTONCES SUS RELACIONES ERAN BREVES, INFRECUENTES Y SUPERFICIALES. POR EL MOMENTO, EL RESTAURANTE PARECÍA SATISFACER TODAS SUS NECESIDADES.
SIN EMBARGO, CUMPLIR LOS TREINTA SUPONÍA PARA ELLA UNA CONMOCIÓN, UNA ESPECIE DE LLAMADA DE ATENCIÓN. TREINTA AÑOS SONABAN A MADUREZ, O QUIZÁ A SIMPLE VEJEZ. DE PRONTO SE PREGUNTÓ SI ALGUNA VEZ SE CASARÍA Y TENDRÍA HIJOS, Y QUÉ SENTIRÍA DE NO SER ASÍ. ¿Y SI ACABABA TENIENDO A CAMBIO SOLO UNA CADENA DE RESTAURANTES? TENÍA INTENCIÓN DE ABRIR UN SEGUNDO LOCAL ALGÚN DÍA, AUNQUE ANTES QUERÍA PERFECCIONAR EL PRIMERO. A PESAR DE LOS TRES AÑOS TRANSCURRIDOS DESDE SU INAUGURACIÓN, AÚN HABÍA COSAS QUE MEJORAR, SISTEMAS QUE PULIR Y CAMBIAR. ACABABA DE CONTRATAR A UN SEGUNDO SUMILLER PORQUE EL PRIMERO SE QUEJABA DE TRABAJAR EN EXCESO Y NO DESEABA ESTAR ALLÍ LOS SIETE DÍAS DE LA SEMANA, A DIFERENCIA DE ELLA. A APRIL NO LE IMPORTABA EN ABSOLUTO TRABAJAR TANTO. ERA LA NATURALEZA DEL NEGOCIO. SI SE HUBIESE TOMADO UN DÍA LIBRE, NO HABRÍA SABIDO QUÉ HACER CONSIGO MISMA, ASÍ QUE NUNCA SE LO TOMABA.
MIENTRAS CONDUCÍA EN DIRECCIÓN A LA NUEVA LONJA DE PESCADO DE FULTON, EN EL BRONX, VOLVIÓ A PENSAR EN SU CUMPLEAÑOS. A SU MADRE SIEMPRE LE HABÍA ENCANTADO QUE LAS DOS HUBIESEN NACIDO EL MISMO DÍA, PERO DE PEQUEÑA A APRIL ESO LA MOLESTABA. DETESTABA COMPARTIR «SU DÍA» CON OTRA PERSONA. SIN EMBARGO, DESDE QUE ERA ADULTA YA NO LE IMPORTABA. YA SABÍA QUE ESE AÑO IBA A SER DURO PARA SU MADRE, QUE LLEVABA MESES TEMIENDO CUMPLIR SESENTA. Y SI A APRIL LE ASUSTABA UN POCO CUMPLIR YA TREINTA, NO LE COSTABA IMAGINARSE QUE SERÍA MUCHO PEOR PARA SU MADRE, PARTE DE CUYO ÉXITO SE BASABA EN SU IMAGEN JUVENIL. APRIL LO SENTÍA POR ELLA. NO IGNORABA QUE VALERIE LLEVABA VARIOS AÑOS SIN TENER NINGUNA RELACIÓN, SERIA O ESPORÁDICA, AUNQUE DE VEZ EN CUANDO SE PERMITIESE RECORDARLE A SU HIJA LA MISMA CUESTIÓN. APRIL NO TENÍA TIEMPO PARA PENSAR EN RELACIONES, Y SOLO EN UN DÍA COMO AQUEL SE LE PASABA EL TEMA POR LA CABEZA. AL BAJAR DE SU FURGONETA Y ENTRAR EN LA LONJA DE PESCADO, VOLVIÓ A OLVIDARSE DEL ASUNTO. YA HABÍA ALLÍ OTROS CHEFS QUE ESTABAN SELECCIONANDO MARISCO PARA SUS RESTAURANTES. ESTUVO CASI HASTA LAS SEIS ESCOGIENDO LO QUE NECESITABA, Y ENTONCES FUE AL MERCADO Y SE PASÓ ALLÍ UNA HORA Y MEDIA. VOLVIÓ A LITTLE WEST TWELFTH STREET POCO ANTES DE LAS OCHO Y SE PREPARÓ UN TAZÓN HUMEANTE DE CAFÉ CON LECHE. ERA JUSTO LO QUE LE HACÍA FALTA DESPUÉS DE UNA FRÍA MAÑANA COMPRANDO PESCADO. ENCENDIÓ LA RADIO EN LA COCINA DEL RESTAURANTE Y SE SOBRESALTÓ AL OÍR QUE EL LOCUTOR DE UN PROGRAMA MATINAL COMENTABA LA EDAD DE VALERIE, A SABIENDAS DE QUE SU MADRE IBA A DISGUSTARSE AÚN MÁS. AL MENOS NADIE DECÍA QUE SU HIJA, APRIL WYATT, CUMPLÍA TREINTA AÑOS ESE MISMO DÍA. APRIL PENSÓ QUE YA ERA SUFICIENTE TENER QUE AFRONTARLO SIN QUE SE ENTERASE EL MUNDO ENTERO. NO LE ENVIDIABA A SU MADRE ESE ASPECTO DE SU VIDA, PERO A VALERIE LE GUSTABAN LAS DEMÁS COSAS QUE ACOMPAÑABAN A SU PROFESIÓN, COMO, POR EJEMPLO, LA POPULARIDAD, EL ÉXITO, EL DINERO Y LA ADMIRACIÓN, Y SI QUERÍA ESO, TAMBIÉN TENÍA QUE ACEPTAR LOS INCONVENIENTES. APRIL NO SENTÍA EL MENOR DESEO DE SER FAMOSA, NO ASPIRABA A SER OTRO ALAIN DUCASSE U OTRO JOEL ROBUCHON. SOLO QUERÍA DIRIGIR UN RESTAURANTE EN EL QUE A TODO EL MUNDO LE ENCANTASE COMER, Y HASTA EL MOMENTO LE HABÍA IDO BIEN.
APRIL POSEÍA LA DISCRECIÓN Y LA SENCILLEZ NATURAL DE SU PADRE Y HABÍA HEREDADO DE SU MADRE LA PASIÓN POR EL TRABAJO DURO. NADIE TRABAJABA MÁS QUE VALERIE, Y APRIL LO SABÍA MUY BIEN. SU PADRE TENÍA UNA VISIÓN DE LA VIDA MUCHO MÁS MODERADA Y MENOS AMBICIOSA. LA VIDA ACADÉMICA ESTABA HECHA A SU MEDIDA. TANTO SU PADRE COMO SU MADRE RECONOCÍAN DE BUEN GRADO QUE NO PEGABAN MUCHO EL UNO CON EL OTRO. SU MATRIMONIO HABÍA DURADO SOLO OCHO AÑOS, Y EL DIVORCIO SE HABÍA PRODUCIDO CUANDO APRIL CONTABA CON SIETE. PARA ENTONCES SU MADRE YA ESTABA INMERSA EN SU CARRERA PROFESIONAL, Y SU PADRE ADMITÍA CARECER DE LAS CUALIDADES NECESARIAS PARA AGUANTAR SU RITMO DE VIDA. EL MUNDO DE ELLA LO AGOBIABA. EL DIVORCIO HABÍA SIDO AMISTOSO Y SEGUÍAN MANTENIENDO UNA BUENA RELACIÓN. SIMPLEMENTE NO ESTABAN HECHOS EL UNO PARA EL OTRO. VALERIE SIEMPRE LE HABÍA DICHO A APRIL QUE SU PADRE ERA BUENA PERSONA. DOS AÑOS DESPUÉS DEL DIVORCIO PAT HABÍA VUELTO A CASARSE CON MADDIE, UNA LOGOPEDA INFANTIL QUE TRABAJABA EN COLEGIOS PÚBLICOS. SU VIDA NO SE PARECÍA EN NADA A LA DE VALERIE, CON SU PROGRAMA DE TELEVISIÓN, SU BRILLANTE CARRERA PROFESIONAL, SUS INNUMERABLES ACUERDOS DE LICENCIA, SUS LIBROS DE ÉXITO Y SU GLAMUROSA IMAGEN PÚBLICA. VALERIE NO ERA TAN CONOCIDA CUANDO SE CASARON, AUNQUE SU FUTURO YA SE VEÍA VENIR. SE HABÍA LABRADO LA FAMA AL CABO DE LOS AÑOS. MADDIE Y EL PADRE DE APRIL HABÍAN TENIDO DOS HIJAS MÁS, ANNIE Y HEATHER, AMBAS BUENAS CHICAS, QUE CONTABAN RESPECTIVAMENTE CON DIECINUEVE Y DIECISIETE AÑOS. HEATHER AYUDABA A VECES A APRIL EN EL RESTAURANTE DURANTE EL VERANO Y QUERÍA SER PROFESORA. ANNIE ERA UN GENIO DE LAS MATEMÁTICAS Y ESTUDIABA EL SEGUNDO CURSO EN EL INSTITUTO TECNOLÓGICO DE MASSACHUSETTS. TODOS ERAN PERSONAS AGRADABLES, AMABLES Y NORMALES, Y TANTO A SU PADRE COMO A SU MADRE LES GUSTABA ACUDIR AL RESTAURANTE. SU PADRE SOLÍA LLEVAR A CENAR A MADDIE Y A HEATHER LOS DOMINGOS POR LA NOCHE O PARA EL BRUNCH, Y TAMBIÉN A ANNIE CUANDO ESTABA DE VACACIONES EN CASA. SE SENTÍA MUY ORGULLOSO DE APRIL, AL IGUAL QUE VALERIE. A APRIL, POR SU PARTE, LE ENCANTABA QUE NO HUBIESE HOSTILIDAD ENTRE ELLOS Y QUE TODO EL MUNDO SE LLEVASE BIEN. ASÍ LA VIDA LE RESULTABA MÁS FÁCIL. NO PODÍA IMAGINAR LO QUE DEBÍA DE SER VIVIR EN UNA FAMILIA CON UNOS PADRES QUE SE ODIABAN DESPUÉS DE UN DIVORCIO, AUNQUE HABÍA VISTO CÓMO LES SUCEDÍA A ALGUNAS DE SUS AMIGAS. HASTA QUE TUVO AQUELLA TORMENTOSA RELACIÓN CON UN CHEF EN FRANCIA NO LE HABÍA OCURRIDO NADA MALO, Y TAL VEZ POR ESO HABÍA SUFRIDO TANTO. HASTA ENTONCES, NADIE LA HABÍA MALTRATADO NI HABÍA SIDO DESAGRADABLE CON ELLA. APRIL SIEMPRE DECÍA QUE NUNCA EN SU VIDA VOLVERÍA A SALIR CON NINGÚN OTRO CHEF Y QUE CASI TODOS ESTABAN CHIFLADOS.
MIENTRAS SE BEBÍA EL CAFÉ CON LECHE EN LA IMPECABLE Y SILENCIOSA COCINA DEL RESTAURANTE TOMÓ UNAS NOTAS SOBRE LAS INCORPORACIONES QUE PODÍAN HACER EN LA CARTA ESE DÍA. INTRODUCIRÍAN LA PASTA CON TRUFA BLANCA EN LA CENA, Y ESE DÍA TENÍAN DOS ESPECIALES DE PESCADO. TAMBIÉN PUSO UN SUFLÉ AL GRAND MARNIER PARA AÑADIR UN POCO DE DIVERSIÓN. LA GENTE QUE TRABAJABA EN LA COCINA EMPEZARÍA A ACUDIR A LAS NUEVE PARA INICIAR LAS TAREAS DE PREPARACIÓN. LOS CAMAREROS LLEGABAN A LAS ONCE Y EL RESTAURANTE ABRÍA A LAS DOCE DEL MEDIODÍA.
APRIL SE MARCHÓ JUSTO CUANDO LLEGABA EL PRIMER AYUDANTE DE CHEF. TENÍA UNA SESIÓN DE ACUPUNTURA A LAS NUEVE. ACUDÍA RELIGIOSAMENTE DOS VECES POR SEMANA, SOBRE TODO PARA SOBRELLEVAR MEJOR EL ESTRÉS.
LA ACUPUNTORA A LA QUE ACUDÍA TENÍA LA CONSULTA EN CHARLES STREET, A TRES MANZANAS DE DISTANCIA. CON LOS AÑOS HABÍAN TRABADO AMISTAD. ELLEN PUCCINELLI ESTABA CASADA Y TENÍA TRES HIJOS. SE HABÍA FORMADO EN INGLATERRA CON UN MAESTRO CHINO, Y DECÍA QUE SI SEGUÍA TRABAJANDO ERA SOLO PARA ALEJARSE UN RATO DE SU FAMILIA Y MANTENER LA CORDURA. APRIL DISFRUTABA MUCHO DEL TIEMPO QUE PASABA CON ELLA, COMPUESTO A PARTES IGUALES DE RELAJACIÓN, DE COTILLEO ENTRE AMIGAS Y DE PSICOTERAPIA. LOS DOMINGOS POR LA NOCHE ELLEN ACOSTUMBRABA A LLEVAR A SU MARIDO, LARRY, Y A SUS HIJOS A CENAR AL RESTAURANTE. TENÍA CUATRO AÑOS MÁS QUE APRIL Y LLEVABA DIEZ CASADA. SUS TRES HIJOS, TODOS CHICOS, ERAN MUY MONOS Y UN POCO TRASTOS. SU MARIDO ERA CONTRATISTA, Y LA VIDA DE AMBOS LOS OBLIGABA A HACER MALABARISMOS PARA VIVIR EN NUEVA YORK.
ELLEN SONRIÓ DE OREJA A OREJA EN CUANTO VIO ENTRAR A APRIL, VESTIDA CON UNOS TEJANOS, UN JERSEY GRUESO Y LOS ZUECOS QUE USABA PARA TRABAJAR. A AMBAS MUJERES LES GUSTABA SU PROFESIÓN.
APRIL SE DESCALZÓ, SE QUITÓ EL RELOJ Y EL JERSEY GRUESO Y SE TENDIÓ ALTA Y DELGADA EN LA CAMILLA, CUBIERTA CON UNA IMPECABLE SÁBANA. LA CONSULTA DE ELLEN ERA MUY ACOGEDORA Y ESTABA BIEN CALDEADA. ERA EL LUGAR PERFECTO PARA RELAJARSE. APRIL LLEVABA SUS LARGOS CABELLOS OSCUROS RECOGIDOS EN UNA TRENZA QUE COLGABA DESDE LA CAMILLA. ELLEN ERA UNA MUJER MENUDA DE PELO CORTO Y RUBIO Y GRANDES OJOS AZULES. PARECÍA UN DUENDE, AL IGUAL QUE SUS HIJOS, CUYAS FOTOS ADORNABAN SU ESCRITORIO.
—¿NO ES HOY TU CUMPLEAÑOS? —LE PREGUNTÓ ELLEN A APRIL MIENTRAS LE COGÍA LA MUÑECA PARA TOMARLE EL PULSO. DE ESE MODO SABÍA QUÉ LE ESTABA SUCEDIENDO, QUÉ PARTE DE SU CUERPO ACUSABA EL ESTRÉS, LOS HORARIOS PROLONGADOS O EL EXCESO DE TRABAJO.
—SÍ —RECONOCIÓ APRIL CON UNA SONRISA APESADUMBRADA—. ESTA MAÑANA HE EMPEZADO A DEPRIMIRME, PERO ENTONCES ME HE DICHO A MÍ MISMA: «¡QUÉ DEMONIOS! TENGO SUERTE DE TENER EL RESTAURANTE, NO PUEDO PREOCUPARME POR LO QUE ME FALTA».
ELLEN FRUNCIÓ EL CEÑO MIENTRAS TOMABA EL PULSO DE APRIL SIN HACER NINGÚN COMENTARIO.
—BUENO, ¿QUÉ TENGO MAL? ¿EL HÍGADO, LOS PULMONES, EL CORAZÓN? LA SEMANA PASADA TUVE UN RESFRIADO, PERO LO SUPERÉ EN SOLO DOS DÍAS —DIJO CON ORGULLO.
—¡QUÉ VA, LO DE COSTUMBRE! —CONTESTÓ ELLEN CON UNA SONRISA—. TIENES LAS DEFENSAS UN POCO BAJAS, PERO ESO ES NORMAL PARA ESTA ÉPOCA DEL AÑO. HAREMOS UN POCO DE MOXIBUSTIÓN.
A APRIL LE ENCANTABA EL OLOR CÁLIDO Y ACRE DE LA MOXA QUE ELLEN ENCENDÍA SOBRE SU VIENTRE Y RETIRABA HÁBILMENTE ANTES DE QUE LE QUEMASE LA PIEL. TENÍA EL DOBLE EFECTO DE SANARLA Y DE CALENTARLE EL CUERPO, Y ERA LA PARTE QUE MÁS LE GUSTABA A APRIL, AUNQUE TAMPOCO LE MOLESTABAN LAS AGUJAS. ELLEN ERA TAN BUENA EN SU PROFESIÓN QUE NUNCA LE HACÍA DAÑO, Y APRIL SIEMPRE SE SENTÍA RELAJADA AL MARCHARSE. SE SOMETÍA A SESIONES DE ACUPUNTURA DESDE QUE VOLVIÓ DE EUROPA Y CONFIABA A CIEGAS EN ESA TÉCNICA. ADEMÁS, ELLEN ERA MUY BUENA.
—¿ALGÚN HOMBRE NUEVO EN TU VIDA? —PREGUNTÓ ELLEN CON INTERÉS.
APRIL SE ECHÓ A REÍR Y RESPONDIÓ:
—DE HECHO, CUATRO. TRES CAMAREROS NUEVOS DE FIN DE SEMANA Y UN SUMILLER QUE LE HE ROBADO A DANIEL BOULUD.
SE RIÓ POR LO BAJO Y ELLEN SACUDIÓ LA CABEZA.
—ME REFIERO A LOS AUTÉNTICOS, A LOS VERDADEROS. LA VIDA NO ES SOLAMENTE COCINAR.
—ESO ME HAN DICHO —CONTESTÓ APRIL, Y CERRÓ LOS OJOS MIENTRAS ELLEN SEGUÍA CALENTANDO LA MOXA SOBRE SU VIENTRE. LA SENSACIÓN ERA FANTÁSTICA—. ESTA MAÑANA PENSABA EN ESO. CREÍA QUE CUANDO CUMPLIESE LOS TREINTA ESTARÍA CASADA Y CON NIÑOS. AHORA NI SIQUIERA PUEDO IMAGINÁRMELO HASTA DENTRO DE VARIOS AÑOS. QUIZÁ CUANDO TENGA TREINTA Y CINCO. CREÍA QUE LA GENTE DE TREINTA ERA VIEJA. AÚN ME SIENTO COMO UNA CRÍA.
Y LO PARECÍA. AL IGUAL QUE SU MADRE, APRIL NO APARENTABA SU EDAD. TENÍA EL MISMO ASPECTO QUE SU MADRE, SALVO POR EL PELO OSCURO. TENÍAN LOS MISMOS OJOS CASTAÑOS Y UNA PIEL PERFECTA Y SIN ARRUGAS. ERAN AFORTUNADAS. Y APRIL NUNCA LLEVABA MAQUILLAJE, NO LE ENCONTRABA SENTIDO. SE LE FUNDÍA EN LA CARA CON EL CALOR DE LA COCINA. SOLO LO LLEVABA CUANDO SE ARREGLABA Y SALÍA A UNA CENA O A UNA CITA, COSA QUE NO SUCEDÍA DESDE HACÍA VARIOS AÑOS.
—TIENES MUCHOS MOTIVOS PARA ESTAR CONTENTA —LE RECORDÓ ELLEN—. LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS NO TIENE RESTAURANTES DE ÉXITO A LOS TREINTA AÑOS. YO DIRÍA QUE TE HA IDO MUY BIEN.
—GRACIAS —DIJO APRIL EN VOZ BAJA MIENTRAS ELLEN RETIRABA LA MOXA Y EMPEZABA CON LAS AGUJAS.
SE DETUVO AL CABO DE UN MINUTO Y VOLVIÓ A TOMARLE EL PULSO A APRIL. POSEÍA UN DON INEXPLICABLE PARA PERCIBIR SI EXISTÍA ALGÚN DESEQUILIBRIO, Y RARA VEZ SE EQUIVOCABA.
—¿VUELVES A TENER REGLAS IRREGULARES? —PREGUNTÓ DESPUÉS DE PONERLE DOS AGUJAS MÁS.
APRIL SONRIÓ. HACÍA AÑOS QUE SUS MENSTRUACIONES ERAN RARAS. ERA UNA DE LAS MANIFESTACIONES DE SU ESTRÉS LABORAL. A VECES SE PASABA VARIOS MESES SIN TENER LA REGLA. TOMABA LA PÍLDORA PARA INTENTAR REGULARSE Y CUBRIR ALGÚN DESLIZ OCASIONAL, AUNQUE NO TENÍA MUCHOS. NO QUERÍA ARRIESGARSE, PESE A QUE HACÍA TIEMPO QUE NO HABÍA TENIDO NINGUNO DE ESOS DESLICES.
—HACE DOS MESES QUE NO ME VIENE LA REGLA —DIJO APRIL SIN NINGUNA INQUIETUD—. SIEMPRE QUE TRABAJO MUCHO ME PASO MESES SIN TENERLA. HE ESTADO MATÁNDOME A TRABAJAR. EL MES PASADO AÑADIMOS ALGUNAS COSAS NUEVAS A LA CARTA.
—QUIZÁ DEBERÍAS IR AL MÉDICO —DIJO ELLEN SIN DARLE IMPORTANCIA MIENTRAS LE PONÍA LAS AGUJAS EN LOS BRAZOS.
—¿CREES QUE PASA ALGO? —PREGUNTÓ APRIL, SORPRENDIDA.
—NO —LA TRANQUILIZÓ—, PERO TIENES EL PULSO EXTRAÑO. NOTO ALGO.
—¿COMO QUÉ?
—¿CUÁNDO FUE LA ÚLTIMA VEZ QUE TUVISTE RELACIONES?
—PUES NO ME ACUERDO. ¿POR QUÉ?
—NO ME HAGAS MUCHO CASO. YA SÉ QUE TOMAS LA PÍLDORA, PERO QUIZÁ DEBERÍAS HACERTE UNA PRUEBA DE EMBARAZO. ¿SE TE HA OLVIDADO TOMAR ALGUNA PÍLDORA EN LOS ÚLTIMOS MESES?
—¿CREES QUE ESTOY EMBARAZADA? —PREGUNTÓ APRIL, INCORPORÁNDOSE CONMOCIONADA—. ESO ES RIDÍCULO. ME ACOSTÉ CON UN TÍO QUE NI SIQUIERA ME GUSTA, UN CRÍTICO GASTRONÓMICO MUY MONO Y DESPIERTO. QUERÍA IMPRESIONARLO Y LE INSISTÍ PARA QUE PROBARA NUESTROS MEJORES VINOS. YO TAMBIÉN BEBÍ DEMASIADO MIENTRAS INTENTABA CAERLE SIMPÁTICA. LO SIGUIENTE QUE RECUERDO FUE HABER DESPERTADO CON ÉL EN MI CAMA A LA MAÑANA SIGUIENTE. HACÍA AÑOS QUE NO ME PASABA. Y ENCIMA VA EL CABRÓN Y NOS HACE UNA MALA CRÍTICA. SEGÚN ÉL, LA CARTA DEL RESTAURANTE ES INFANTIL Y SIMPLISTA, Y NO APLICO MI FORMACIÓN NI MI CAPACIDAD. ES UN CAPULLO.
—QUE YO SEPA, EL HECHO DE QUE UN TÍO NO TE GUSTE NO SE CONSIDERA UN MÉTODO ANTICONCEPTIVO —DIJO ELLEN CON CALMA.
APRIL VOLVIÓ A ECHARSE. PARECÍA ALTERADA.
—AHORA QUE LO PIENSO, ME SALTÉ UNA PÍLDORA. AL DÍA SIGUIENTE TENÍA TANTA RESACA QUE SE ME OLVIDÓ TOMARLA. ME DOLÍA LA GARGANTA Y RESULTÓ QUE TENÍA UNA INFECCIÓN. ESPERO QUE SE CONTAGIASE.
DE PRONTO LO RECORDABA, AUNQUE HABÍA HECHO LO POSIBLE POR OLVIDAR SU IMPRUDENCIA. CASI LO HABÍA CONSEGUIDO, PERO LAS PREGUNTAS DE ELLEN SE LA TRAÍAN A LA MEMORIA.
—¿ESTABAS TOMANDO ANTIBIÓTICOS?
—SÍ. PENICILINA.
—PUEDE RESTARLE EFICACIA A LA PÍLDORA. CREO QUE DEBERÍAS IR AL MÉDICO.
—NO ESTOY EMBARAZADA —DIJO APRIL CON FIRMEZA.
—SEGURO QUE NO, PERO COMPROBARLO NUNCA ESTÁ DE MÁS.
—ME ESTÁS PONIENDO LOS PELOS DE PUNTA. HOY ES MI CUMPLEAÑOS —LE RECORDÓ APRIL, Y AMBAS SE ECHARON A REÍR.
—SEGURO QUE NO ES NADA —LA TRANQUILIZÓ ELLEN, PERO ERA DEMASIADO TARDE PARA ESO: APRIL YA ESTABA ESTRESADA.
—SEGURO QUE NO —DIJO APRIL CON FIRMEZA, TRATANDO DE CONVENCERSE A SÍ MISMA TANTO COMO A ELLEN.
LUEGO HABLARON DE OTRAS COSAS, PERO ELLEN SE LO VOLVIÓ A RECORDAR CUANDO SE MARCHABA. APRIL NO QUERÍA PENSAR EN ELLO, Y ADEMÁS TENÍA LA SEGURIDAD DE NO ESTAR EMBARAZADA. APARTE DE LA AUSENCIA DE LA REGLA, QUE DE TODOS MODOS MUCHAS VECES NO LE VENÍA, NO TENÍA NINGÚN SÍNTOMA. SEGUÍA MOLESTA CONSIGO MISMA POR HABERSE ACOSTADO CON ÉL. MIKE STEINMAN. HABÍA SIDO UNA ESTUPIDEZ. ERA LO BASTANTE MAYOR PARA SABER LO QUE LE CONVENÍA, PERO ÉL ERA ATRACTIVO E INTELIGENTE. HABÍA SUCEDIDO DURANTE EL FIN DE SEMANA DEL DÍA DEL TRABAJO, A PRINCIPIOS DE SEPTIEMBRE, DOS MESES ATRÁS. APRIL NO SE HABÍA PERMITIDO PENSAR EN ÉL DESDE ENTONCES.
DE CAMINO AL TRABAJO PASÓ POR DELANTE DE UN DRUGSTORE. SINTIÉNDOSE ESTÚPIDA, ENTRÓ Y COMPRÓ UNA PRUEBA DE EMBARAZO. HACÍA AÑOS QUE NO SE PREOCUPABA DE ALGO ASÍ. UNA VEZ, EN PARÍS, HABÍA TENIDO UN SUSTO, PERO POR FORTUNA NO ESTABA EMBARAZADA. ESTABA SEGURA DE QUE ESTA VEZ TAMPOCO LO ESTARÍA, PERO COMPRÓ LA PRUEBA DE EMBARAZO DE TODOS MODOS, SOLO PARA TRANQUILIZARSE Y PODER DECIRLE A ELLEN QUE HABÍA COMETIDO UN ERROR. NO NECESITABA ESA CLASE DE QUEBRADEROS DE CABEZA.
AL ENTRAR, APRIL SE DETUVO EN LA COCINA. TODO ESTABA EN ORDEN, Y LOS PREPARATIVOS DEL ALMUERZO PROGRESABAN A BUEN RITMO. AÚN FALTABAN DOS HORAS PARA ABRIR, Y TENÍA QUE SUBIR A VESTIRSE PARA ALMORZAR CON SU MADRE. LAS HABITACIONES SITUADAS ENCIMA DEL RESTAURANTE Y QUE CONSTITUÍAN SU APARTAMENTO ESTABAN CASI SIN AMUEBLAR. HABÍA CAJONES DE MADERA Y CAJAS DE CARTÓN, Y VARIAS LÁMPARAS FEAS. LOS POCOS MUEBLES QUE TENÍA, UN ESCRITORIO, UN SOFÁ, UNA CÓMODA Y UNA CAMA DE MATRIMONIO, LOS HABÍA COMPRADO EN UNA TIENDA DE ARTÍCULOS USADOS. SE NEGABA A GASTAR DINERO EN DECORACIÓN. LO HABÍA GASTADO EN EL MEJOR MATERIAL DE SEGUNDA MANO QUE PUDO COMPRAR PARA LA COCINA. SU MADRE SE HABÍA OFRECIDO A AMUEBLARLE EL APARTAMENTO, PERO ELLA HABÍA REHUSADO LA OFERTA. LO ÚNICO QUE HACÍA ALLÍ ARRIBA ERA TRABAJAR SENTADA ANTE SU ESCRITORIO O DORMIR; NUNCA RECIBÍA INVITADOS. EN ESO NO SE PARECÍA NADA A SU MADRE. VIVIENDO ALLÍ DABA LA IMPRESIÓN DE ESTAR DE ACAMPADA.
COMPROBÓ LAS FACTURAS DE LOS PEDIDOS QUE ACABABAN DE LLEGAR Y FUE A DARSE UNA DUCHA. SE OLVIDÓ POR COMPLETO DE LA PRUEBA DE EMBARAZO HASTA QUE ESTUVO MEDIO VESTIDA. ESTUVO A PUNTO DE NO HACÉRSELA, PERO ACABÓ DECIDIÉNDOSE. DADO QUE ELLEN HABÍA SUSCITADO LA CUESTIÓN, LO MEJOR ERA CONFIRMAR QUE NO ESTABA EMBARAZADA Y NO DEJARSE CORROER POR LA DUDA. SIGUIÓ LAS INSTRUCCIONES, APOYÓ LA PRUEBA SOBRE LA ENCIMERA DESPUÉS DE UTILIZARLA Y ACABÓ DE VESTIRSE. LLEVABA UNOS PANTALONES NEGROS Y UN JERSEY DEL MISMO COLOR, UNOS ZAPATOS PLANOS Y EL PELO OSCURO Y BRILLANTE RECOGIDO EN UNA TRENZA. SE PINTÓ LOS LABIOS MIRÁNDOSE EN EL ESPEJO. Y ENTONCES LE ECHÓ UN VISTAZO A LA PRUEBA. LA COGIÓ, SE QUEDÓ MIRÁNDOLA Y VOLVIÓ A DEJARLA. AQUELLO NO PODÍA SER. NO PODÍA SUCEDER. TOMABA LA PÍLDORA. ¡SOLO SE HABÍA SALTADO UNA, POR EL AMOR DE DIOS! ¿O FUERON DOS? AQUELLA NOCHE ESTABA TAN TROMPA QUE NO SE ACORDABA. AQUELLO NO PODÍA ESTAR OCURRIÉNDOLE. NO PODÍA. NO CON UN HOMBRE AL QUE APENAS CONOCÍA, AL QUE ODIABA, UN HOMBRE A QUIEN NI SIQUIERA LE GUSTABA SU RESTAURANTE Y QUE NO ENTENDÍA LO QUE ELLA HACÍA. ¡POR TODOS LOS SANTOS, ERA SU CUMPLEAÑOS! ESAS COSAS NO DEBÍAN OCURRIR. AUNQUE A VECES OCURRÍAN. ESTABA EMBARAZADA, Y DE UN DESCONOCIDO. ¿QUÉ DEMONIOS IBA A HACER? EN SU VIDA NO HABÍA ESPACIO PARA UN HIJO. ¿CÓMO PUDO COMETER UN ERROR TAN TREMENDO? ¿Y POR QUÉ LA VIDA ERA TAN CRUEL?
SE SENTÓ EN LA CAMA DE LA HABITACIÓN VACÍA MIENTRAS LAS LÁGRIMAS LE CORRÍAN POR LAS MEJILLAS. ESA ERA LA CAMA EN LA QUE HABÍA DORMIDO CON ÉL. LO LAMENTABA AMARGAMENTE. PAGARÍA UN PRECIO ALTÍSIMO POR UN ESTÚPIDO ERROR.
ASUSTADA, SE PUSO UN ABRIGO NEGRO QUE LE HABÍA REGALADO SU MADRE Y LUEGO SE ATÓ EL CINTURÓN BIEN APRETADO EN TORNO A LA CINTURA COMO PARA DEMOSTRARSE A SÍ MISMA QUE AÚN PODÍA HACERLO. COGIÓ SU BOLSO Y SE APRESURÓ A BAJAR LAS ESCALERAS.
NO SE DETUVO EN LA COCINA COMO SOLÍA HACER Y SALIÓ DIRECTAMENTE A LA CALLE. PARÓ UN TAXI Y LE DIO AL TAXISTA LA DIRECCIÓN DE LA GRENOUILLE. LO ÚLTIMO QUE LE APETECÍA EN ESE MOMENTO ERA ALMORZAR EN COMPAÑÍA O CELEBRAR NADA. APRIL NO PENSABA CONTÁRSELO A SU MADRE, Y EN EL TRAYECTO SOLO PUDO PENSAR QUE AQUEL ERA EL PEOR CUMPLEAÑOS DE SU VIDA.