Los siete ángeles y las siete copas de la ira de Dios. Los tiempos del fin tal como se describen en el libro del Apocalipsis; deben estudiarse en profundidad para estar preparados ante la llegada de Cristo. Apocalipsis 16 nos describe con exactitud el papel de los siete ángeles y las siete copas de la ira de Dios. Dios ordenó a los siete ángeles que derramaran sobre la tierra su ira. El primer ángel que derramó su copa provocó una úlcera maligna y pestilente sobre todos aquellos que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen. La segunda copa derramada por el segundo ángel convirtió el mar en sangre y murieron todos los seres vivos que habitaban en él. La tercera copa convirtió los ríos y las fuentes de agua en sangre. Durante este proceso el ángel que rige sobre las aguas dijo: Justo eres tú Señor el que eres y que eras, el Santo porque has Juzgado todas estas cosas. Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre porque lo merecen. Otros desde el altar también alabaron Al Señor porque sus juicios son verdaderos y justos. La cuarta copa de la ira de Dios. El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual le fue dado quemar a los hombres con su fuego. Y los hombres se quemaron con el gran calor y blasfemaron el nombre de Dios que tiene poder sobre estas plagas y no se arrepintieron para darle gloria. El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas. Y blasfemaron al Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, pero no se arrepintieron de sus obras. El sexto ángel derramó su copa y el río Éufrates se secó, esto para que estuviese preparado el camino para los reyes de oriente. De la boca del dragón y de la bestia salieron tres espíritus inmundos en forma de ranas. Son espíritus de demonios que hacen señales. Estos irán a los reyes de la tierra en todo el mundo. Para reunirlos a la batalla de aquél gran día del Dios todo poderoso. Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón. Recuerden siempre que Cristo dijo: He aquí yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus ropas. Para que no ande desnudo y vean su vergüenza. Apoc 16:15 El séptimo ángel y la séptima copa de la ira de Dios. Cuando el séptimo ángel derramó su copa por el aire; salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo relámpagos, voces, truenos y un gran temblor de tierra. Un terremoto tan grande cuál no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, las ciudades de las naciones cayeron. Y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. Toda Isla huyó y los montes no fueron hallados. Cayó sobre los hombres un gran granizo enorme como del peso de un talento. Y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga de granizo; por la plaga fue grande sobremanera.