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Presencié un cuerpo sin su alma.

Se siente un sin sabor, una amargura, una tristeza ver que solo se encuentra el cuerpo sin su alma, un cuerpo desolado, sin aliento.

Hoy fue en sí, un día caótico, en la mañana al hacer el desayuno un huevo se resvaló de mi mano y cayó, luego dañé un cargador de un computador porque no lo vi en el suelo y pues su conector ahora sirve menos que antes. Luego, programé mi computador para poder realizar un examen bastante difícil que tenía que hoy: el examen de postulación a la maestría en Rusia. Todo esto pasó hoy.

Presenté mi examen durante 2 horas y 10 minutos, tomé un té y luego sentí paz luego de haber terminado todo y estar oficialmente en vacaciones. Pero en un momento recordé que había olvidado un paso importante de mi examen y entró un poco de estrés en mi cuerpo. Con mi novia, fuimos a la universidad, ella a su consulta preparcial, y yo a rogarles si era posible enmendar mi error. Todo estuvo bien, no tuve ningún problema con el error que tuve y me dijeron que no me preocupara. Esperé a mi novia en su clase y de vuelta a casa decidimos pasar por el supermercado y comprar algunos productos necesarios para cocinar y pan.

Desde la estación de nuestra ruta hasta nuestro departamento hay aproximadamente 8 minutos a pie. En el camino hay un semáforo que debemos esperar a que cambie a verde para poder pasar, no sin antes oprimir un botón rojo. Luego al llegar a la siguiente acera debemos cruzar a la izquierda y seguir caminando unos metros donde se encuentra un minitunel y luego seguir caminando, cruzar un poco a la derecha y continuar unos 5 metros hasta encontrarnos con unas escalera las cuales tienen un pasamanos de hierro, y al llegar al escalón número trece nos encontramos con las vías del tren, cruzamos las vías del tren, claramente con cuidado, y nos encontramos de nuevo con las escaleras de bajada, y continuamos caminando hasta la casa, no importa como ya.

Cruzando el minitunel, hablábamos con mi novia sobre nuestros quehaceres, qué comeremos hoy algunas otras cosas más... Hasta que al llegar la esquina donde debemos cruzar levemente a la derecha se encontraba una persona de pie mirando fíjamente a las escaleras que llevan al tren. Nos acercamos con un poco de desconfianza pero a la vez normal, como de costumbre, y al principio dudamos y miramos al hombre que estaba de pie vestido con una camisa de botones celeste y una gorra de color azul y su pantalón azul, y en su cintura colgada una funda o pistolera cargada.

Llegamos a la esquina, miramos y nuestra primera impresión fue de asombro y de querer verficar lo sucedido. En el septimo u octavo escalón, se veía que la pierna de un hombre estaba extendida dos o tres escalones hacia abajo y la otra un poco flexionada. y el resto del cuerpo se encontraba por la parte lateral de las escaleras caido hacia el lado del pasamanos de hierro, que por cierto, es verano y hay bastante hierva alta.

¿Una persona herida?, nos preguntamos. Pero inmediatamente pensamos, si estuviera herido no hubiera un policia presenciando la escena y estuviera ayudando.

Cuando caímos en cuenta de que era una persona seguramente sin vida, curiosamente, no sé porqué decidimos preguntar si podíamos pasar, porque las piernas de la persona no cubrían todo el espacio de las escaleras. El policía solo dijo: Por un lado. No lo hicimos, por mi no habría problema, pero mi novia decidió no ir por este camino, por miedo o por respeto o simplemente porque no quería ver un cadaver de más cerca.

Se sintió frío, se sintió desolado el lugar, se sintió un aura de incertidumbre y de inseguridad porque cada día ese es nuestro camino.

De camino a casa decidimos hablar sobre las posibles hipótesis de la muerte del individuo. Ella me decía que probablemente habría sido el tren y yo refutaba pensando en que simplemente se había caido en las escaleras hacia el costado y se había golpeado la cabeza y seguramente estaba ebrio, o alguien lo habría golpeado, que la verdad no creo, pero es solo dando hipótesis.

Llegando a nuestro departamento unos veinte minutos después, ya que nos devolvimos y tomamos una ruta larga que hay para llegar, decidí ir al lugar, observar detenidamente y analizar la situación.

Llegando a las escaleras, ahora desde el otro lado del tren, antes de subir pasó un tren, esperé y luego continupe mi camino, y al llegar al primer escalón de bajada, veo la cara de un hombre, unos sesenta años, con canas en su cabello, con sus ojos cerrados y ya supiel sin color natural.

Intenté en esos 3 o 4 segundos que duré pasando por su lado analizando la postura y la caida y aun no estoy seguro cómo pudo haber sido. Sus piernas estaban estiradas hacia la parte de abajo de las escaleras y su cuerpo se encontraba por fuera de estas, recostado hacia la alta hierva, pero se encontraba de una manera difícil, como si hubiera caido de cabeza hacia allá y su cuello casi unido a su esternón y su espalda un poco encorvada, como un seis. Su cara ya se veía de color blanca enverdecida, no se veía sangre, no habían golpes visibles, exepto el de una de sus canillas con un golpe con herida levemente abierta pero sin sangrar. Su brazo derecho debajo de su cuerpo y el izquierdo levemente subido sobre su cabeza. una posición casi fetal de la cintura para arriba, bastante extraño.

Yo pasé con el pretexto de comprar algo de comida y en ese momento dos personas de las que estaban presenciando el echo fueron al mismo lugar y empezaron a hablar sobre esto, sus hipótesis eran similares a las que ya teníamos, podría haber sido el tren, que aun no encuentro manera de cómo un golpe por el tren lo hubiera dejado en esta posición; también estaba la opción de que simplemente borracho se cayó, tuvo un golpe fuerte en la cabeza y en el cuello y puedo haber fallecido ahí, o no descarto la opción de un golpe.

En fin, de vuelta a la casa, lo observé de nuevo y no pude sacar muchas más conclusiones y no pude evitar sentir un poco de tristeza al ver la cara de este hombre en el suelo, solo. No dejo de pensar que podría haber agonizado solo, sin ayuda y podría haberse ahogado o brocoaspirado y no hubo una persona que pasara por el lugar y lo socorriera. Ebrio o no, su final fue ahí, lamentable y probablemente doloroso. De vuelta solo se encontraban dos hombres, uno describiendo lo que veía y otro tomando apuntes en un formato.

Eso pasó ayer en la tarde, ya es hoy a la una de la mañana y no pude no expresarlo. No pude no expresar y discutir con mi pareja lo lamentable que debe ser perder la vida de manera repentina, y no solo la muerte en sí de las personas sino también cómo actuaría la familia de este ser.

Solo queda rogar por su alma, que Dios o la vida o quien se encargue de juzgar nuestros pecados y nuestras acciones tenga compasión de esa alma y tenga un descanso en paz.

Gracias por leer. Suscríbanse para estar enterados de mis aventuras y experiencias que a veces pueden ser emocionantes y otras pueden solamente dejarnos aprendizaje.