El secreto de la oración está en orar, a puerta cerrada con Dios y luego manifestar los que el Señor te ha dado al público. La manifestación del poder de Dios en público, es tu recompensa por orar en privado. Por tu tiempo de intimidad con Él.
Quizás no lo sepas, pero el 90 porciento de las enfermedades son producidas por espíritus malignos. Y para que haya un ministerio de sanidad, debe haber una vida profunda de oración.
Uno de los secretos de Jesús nuestros Señor, que podemos aprender, es que en el nivel de oración que Él vivía. Dios le revelaba en la noche lo que tenía que hacer durante el día.
Por eso para mantenernos firmes en Dios, debemos tener hambre y sed de su palabra constantemente. Porque eso nos mantiene buscando la presencia del Señor.
¿Por qué no creces? ¿Por qué tu unción no aumenta?
Cuando no tienes costumbre de buscar la presencia de Dios cada día. Cuando lo buscas por temporadas, solo para conseguir beneficios específicos ¡Estás obrando mal!
¿Qué significa esto? Que oras para conseguir que Dios obre en tu vida y cuando el Señor te da lo que pides. Dejas de orar y vuelves a tu vida normal ¡Así no funciona el poder de Dios! ¡Te estancarás y no podrás crecer!
Si sigues por ese camino, llegará el momento en que Dios no te escuchará. Por que Él es paciente y fiel pero no puede ser burlado. Y lo que coseches eso sembrarás.
Debes entender que la oración no es una temporada, es un estilo vida que se basa en agradar a Dios. Total, entrega al Rey de Gloria.
¿Por qué muchos cristianos nos faltan espiritualidad?
El motivo de que nos falte espiritualidad, y de que se carezca de la presencia del Señor. Se debe a que solo oramos en tiempo de angustia; o para recibir ayuda para nuestra familia, matrimonio, trabajo, negocios.
¡No está mal que ores por estas cosas! Pero cuando Dios te mantiene libre de preocupaciones, dejas de orar. Dejas de buscar su presencia.
¡Eso está mal hermanos! Es precisamente cuando Dios te mantiene libre de todo mal, cuando se debe orar con más fe ¿Por qué? En acción de gracias porque Dios es bueno.
Porque te ha librado del mal y te ha prosperado. Porque te ha dado paz y descanso en un mundo dónde muchos sufren hambre, enfermedades, torturas, asesinatos. Un mundo dónde miles de personas están sin hogar.
Agradezcamos al Altísimo por sus dones.
Agradece hijo de Dios por lo que tienes hoy. No te desgastes pensando en el mañana. Porque muchos quisieran tener lo que tu tienes y no pueden. No sea que llegue el día en que te sea arrebatado el favor de Dios.
Entonces llorarás: Extrañando los días en que el Señor te daba pan para tu mesa y cubría tu cuerpo con vestidos. Los días en que la risa de tus hijos y el amor de tu conyugue te rodeaban. Los días en que no importaba lo duro que era el trabajo. ¡Para ti era ligero! porque la presencia del Señor te daba fuerzas.
Arrepiéntete de no dedicarle parte de tu tiempo a Dios, que te ama, te provee y te cuida como a la niña de sus ojos. Porque Dios es paciente; pero cuando llegue su ira ¿Quién te salvará?
No dejes que la presencia del Señor se aleje de ti.
No dejes que su presencia se aparte de ti; ahora, que aún es tiempo. Siete veces caerá el justo dice la palabra de Dios. Pero siete veces se levantará. Ora cada día antes de irte al trabajo, al levantarte. Construye tu relación con Dios. Háblale como a un padre.
Cuéntale como ha ido tu día. Pon en sus manos tus aspiraciones, tus dudas, tus miedos, y florecerá y prosperará todo lo que toques. Porque El Señor es galardonador de los que le buscan y hacen su voluntad.
Gloria al Dios eterno.