Dice la palabra de Dios en Lucas 5:17: Aconteció un día que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley. Los cuáles habían venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea y de Jerusalén; y el poder del Señor estaba en él para sanar.
Este versículo forma parte de la historia donde los 4 amigos llevaron al paralítico a dónde estaba Jesús; pero como estaba lleno el lugar y no pudieron entrar. Por la fe hicieron un agujero en el techo y bajaron al enfermo para que Cristo lo sanara.
Fue algo maravilloso ver cómo este hombre en fracciones de minutos, fue libre de su inmovilidad. Fue curado de manera instantánea, cuando el poder de Dios penetró en su cuerpo. Este hombre por años estuvo acostado y enfermo. Pero fue su fe y la fe de sus amigos lo que completó la sanidad.
Y el poder estaba sobre Él para sanar.
Es importante esta cita: Y el poder estaba sobre ´El para sanar, porque, aunque los fariseos y doctores de la ley estaban cerca de Jesús, escuchando su palabra; no se manifestaba el poder de Dios en ellos, porque no tenían fe, y le resistían. Y el hombre que no tiene fe, nada recibe de Dios.
Lo mismo sucedió con la historia de la muerte de Esteban. En el libro de los Hechos: 6-7 dice la palabra: Esteban era un diácono que había sido escogido por tener tres cualidades:
1. Buen testimonio.
2. Lleno de sabiduría.
3. Y lleno del Espíritu Santo.
Esteban no era un Apóstol. Era un diácono. Pero eso no impedía que tuviera el poder de Dios. Aunque Esteban no era uno de los doce discípulos de Cristo; estaba lleno del Espíritu Santo.
Y cuando una persona está llena del Espíritu Santo, Él manifiesta su obra a través de esta persona, cuando quiere y a la hora que quiere.
No necesitas un título de los hombres, para tener la presencia del Santo espíritu en tu vida. Lo que necesitas es tener hambre y sed por Dios. Dejarte guiar por Él.
Dios hizo grandes maravillas por medio de Esteban.
Dios empezó a hacer milagros extraordinarios e impactantes. Grandes maravillas y señales por medio de Esteban. Y Si lees con detenimiento la palabra de Dios; podrás ver que el poder del Señor no solo estaba con los apóstoles. Sino que venía sobre todo aquel que lo buscaba.
Y lo mismo que sucede en nuestros tiempos. El poder de Dios no es exclusivo, para los pastores y los profetas. La manifestación del poder y del Espíritu Santo, es para todo aquel que tiene hambre y sed de Él.
Nosotros calificamos por medio de la sangre de Jesús, para estar llenos del Espíritu santo de Dios. ¡No necesitas pertenecer aun gran concilio para estar lleno de Dios!
Lo que necesitamos es creer en la palabra y vivirla.
Lo que necesitamos es, creer la palabra, vivir la palabra y tener hambre del Espíritu de Dios y de su presencia. Dios, por medio de Esteban hacía grandes maravillas. Esto restaba credibilidad a los concilios y sacerdotes de su época. Los confrontaba.
Porque, aunque estos poderes tenían una estructura de muchos años; les faltaba el poder de Dios. Y a Esteban en pocos días una gran multitud lo seguía.
Los templos en Jerusalén se quedaron vacíos, porque había un movimiento de angelical en las calles, y cuando el Señor se mueve en las calles; La gente lo sigue. Porque las personas se mueven hacia dónde se manifiesta el poder y la gloria de Dios.