Para los cristianos el 25 de diciembre es una fecha especial porque se conmemora el nacimiento de Jesucristo, una fecha simbólica dado que no se conoce el día exacto de su nacimiento. Se especula que el 25 de diciembre fue escogido para acoplarlo con otra celebración importante en los inicios del cristianismo, con la festividad del Sol Invictus que celebraba el renacimiento del dios sol. Actualmente la celebración de la navidad ha tomado un giro más secular y con esto se desliga un poco de la celebración del nacimiento.
En mi país, mayoritariamente cristiano, hay muchas celebraciones entorno a la figura del niño Jesús pero resalta la Novena de Aguinaldos que celebra la gestación y nacimiento de Jesús de Nazaret, esta novena se reza tradicionalmente en las noches o en la primera misa del día. En la iglesia y en los hogares de los fieles, se reza y al final se cantan villancicos. Entre los más populares encontramos A la nanita, Vamos pastores, Campana sobre campana, Mi burrito sabanero y Los peces en el río. Después de terminar los villancicos se procede a dar una merienda generalmente tipo postre o unas bolitas de masa que se llaman buñuelos. El último día de la novena (que corresponde al nacimiento del niño Jesús) algunas iglesias y algunos lugares donde se realizan novenas obsequian a los niños un pequeño obsequio.
Lo bonito de la época navideña es la fraternidad que une a las personas porque en eso es lo que se ha tornado la navidad, como la época del año que une a las familias y a los amigos muy diferente a lo que pueden hacer las vacaciones, porque en la época navideña generalmente visitamos a nuestros familiares y pasamos tiempo con ellos alrededor de un calor de hogar y un árbol navideño. No importa si es cristiano. El ambiente por todas partes es festivo y contagioso para muchos de nosotros.
El aspecto secular de la navidad ha hecho de la navidad una época que difiere de cualquier otra época religiosa por ejemplo la semana santa, pero difícilmente la podríamos comparar con Halloween o el día de los enamorados, estos últimos corresponden a un día, pero la navidad se vive en todo el mes y literalmente culmina con el 31 de diciembre habrá un pequeño rastro con el día de reyes magos (que en algunos países se da obsequio ese día generalmente zapatos como simbolismo del andar de los reyes magos). Personalmente creo que es por el capitalismo que suscita esta época y el refuerzo por parte de los símbolos navideños (que perdieron su significado cristiano) tenemos el árbol de navidad, Santa Claus (papá Noel en mi país), los renos, los hombres de nieve, los bastones, los juguetes, los duendes, las luces navideñas, los fuegos pirotécnicos, canciones relativas a la festividad entre otros.
En el despilfarre de obsequios, comida y bebidas hay una pausa para la vida cotidiana en una época que nos devuelve a la fraternidad con los seres queridos y que debemos apreciar y dejar a un lado el consumo que nos empuja la sociedad para apreciar un poco la celebración. Si bien soy una mujer cristiana que reza la novena, que termina su noche con buñuelo y natilla que espero mis buenos regalos el día de la navidad, no puedo olvidar que esta época es para estar en familia y amigos y aunque soy muy devota la navidad para mí no se limita a la celebración del nacimiento de Jesús. Es un lugar para la comunión, pero recuerdo con agrado el mandamiento delo amor que Jesús trajo a este mundo “ámense los unos a los otros” eso es la navidad. Eso celebro yo lo que Jesús trajo a los hombres se manifiesta en estas épocas
“Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir. 34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” Juan 13:33-35