En la antigüedad, los sueños eran tomados como revelaciones de los dioses. La gente creía que los espíritus buenos y malos pueden morar en el cuerpo de un durmiente y soñando con informarle de información diferente, persuadirle de ciertas acciones, prefigurar los acontecimientos. Pero entonces ya se notó que en los sueños los dioses y espíritus prefieren expresarse vagamente, a veces simbólicamente, dando a la gente la posibilidad de resolver el significado secreto de los sueños. Esto fue considerado un asunto difícil, accesible sólo a sacerdotes e intérpretes profesionales de sueños.
El inicio de la aproximación científica al estudio de los sueños se refiere a finales del siglo XVIII. Una de las primeras obras más o menos serias sobre este tema - "Experiencia de construcción de una teoría del sueño" por el Dr. Nudov apareció en 1791. El autor, por cierto, da una valiosa observación, que sirvió como punto de partida para seguir investigando en la misma dirección: un durmiente, acostado de espaldas con la boca abierta, vertió en su boca unas gotas de agua, el durmiente se dio la vuelta sobre su estómago y comenzó a producir movimientos de nado con las manos y los pies, soñó que caía al agua y se veía forzado a huir al agua.
Observaciones de este tipo muestran que los sueños pueden surgir de una irritación accidental durante el sueño de ciertos sentidos. De esta manera, se abrió el camino para el estudio experimental de los sueños. El científico francés Mory y el científico alemán Weigand trabajaron con especial ahínco en este campo, dedicando sus vidas a investigar las causas del sueño. En Rusia, este tema fue tratado por V. M. Astvatsaturov; este último estudió las peculiaridades del contenido de los sueños en las enfermedades de varios órganos, y uno de los primeros en utilizar este método para reconocer enfermedades.
No hay duda de que nuestros pensamientos e ideas dependen constantemente de la condición física de nuestro cuerpo. Nuestras inclinaciones y pasiones también dependen de su estado general, composición sanguínea y nervios. En resumen, nuestras nociones y visiones de las cosas dependen en gran medida de nuestro temperamento. El estado doloroso del cuerpo pone un sabor triste y melancólico en nuestros pensamientos, y viceversa, la salud excelente da lugar a ideas humorísticas y alegres. Tratamos el mismo tema y fenómeno de manera diferente, dependiendo del estado de nuestro cuerpo, estómago y nervios.
La temperatura, los instintos y las inclinaciones están inextricablemente ligados al ser humano, y durante el despertar.
Durante el sueño, la mente sólo contrarresta ligeramente la influencia del lado físico de nuestra organización, y entonces prevalece el temperamento, los instintos prevalecen sobre la lógica y la razón.
Por lo tanto, a menudo la gente de alta moralidad, casta, hay sueños voluptuosos, o la gente muy amable sueña con batallas, derramamiento de sangre y otras atrocidades.
El sueño acerca a la gente al estado natural y despierta instintos salvajes y primitivos. Durante el sueño, una persona es removida del aprendizaje de ideas y creencias.
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