La foto de El Paso Trump es obscena.
La terquedad del presidente ha alcanzado un nuevo punto bajo: sonrisas, destellos junto al huérfano.
El vagabundo apareció en la foto con el huérfano en brazos de Melanie.
Trump apareció en una foto con un huérfano en brazos de Melanie.
El trabajo verdaderamente excepcional de la obscenidad, como el trabajo verdaderamente excepcional de la belleza, sobrepasa la capacidad de sus espectadores de entender lo que acaban de ver. ¿Esto acaba de pasar? ¿Pero cómo? ¿Qué clase de hechicería lo creó? Las palabras no llegan y el tartamudeo es reemplazado por el silencio.
La última foto pública del presidente en El Paso, Texas, esta mañana, me silenció durante media hora mientras trataba de averiguar cuántas capas de obscenidad se estaban mostrando. La foto muestra a un niño cuyos padres fueron asesinados en El Paso hace unos días. El niño sobrevivió porque sus padres lo protegían con sus cuerpos. La foto muestra a Melanie Trump abrazándolo. El presidente está a su lado; ambos están sonriendo y el presidente está ofreciendo su pulgar hacia arriba. El niño es inexpresivo y lleva una bonita mariposa en una jaula.
Si Trump no visita El Paso, los liberales seguramente lo criticarán por su ausencia. Así que no es sólo su presencia lo que hace que la fotografía sea odiosa. Al principio, hay sonrisas, así que el vigor después de la masacre. Por alguna razón, esta sonrisa de Trump recuerda a la de su famoso retrato en Twitter en el que se come un tazón de tacos ("¡Me encantan los latinos!") que se sirven en Trump Tower Grill. Luego está el pulgar, también presente para señalar la aprobación del tazón de tacos, y en este caso, para señalar la aprobación de qué, ¿verdad? ¿La estrecha tasa de supervivencia del bebé? El heroísmo del personal del hospital y de los primeros auxilios que atendieron a los heridos? Por alguna razón, ninguna de estas posibilidades parece ser la correcta, y la contemplación no me ha acercado a una respuesta mejor. No puedo imaginarme a Trump aplaudiendo la masacre. Pero pocos gestos son adecuados tanto para el tazón de tacos como para la muerte de los padres del niño.
Fuera de contexto, la foto parece un retrato de una familia con padres o abuelos orgullosos posando incómodamente junto a un nuevo hijo. En todas estas fotografías, el bebé está involucrado involuntariamente. Pero en esto su llamada es grotesca, y su falta de expresión causa náuseas. La vacante en su mirada es de alguna manera más estremecedora que si estuviera llorando, y así demuestra un poco de conciencia de su pérdida. ¿Sabe que sus padres nunca volverán? ¿Sabe que estas personas de plástico que sonríen a sus padres se lo pasarán a sus parientes y nunca volverán? ¿Sabía que uno de ellos llamaba a las personas que se parecían a sus padres "invasores", la misma palabra que usó el asesino para dispararles en "Walmart"?
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Y luego está la pajarita. Según El Paso Times, el padre del niño apoyaba a Trump y la familia quería que Trump los visitara. Llevaban a su pequeño huérfano para la ocasión, y no los juzgo por su apoyo, ni por la foto que recibieron. (Tito, el tío del niño, está de pie junto a Trump en la foto.) Creo que la pajarita muestra respeto: así es como vistes a tus pequeños cuando vas a una boda o a una reunión con alguien importante. A la peculiaridad de la imagen contribuye la incapacidad de Trump para cumplir con este respeto, para modular sus sonrisas a la medida de la seriedad de la ocasión.
El Presidente de los Estados Unidos es fotografiado dondequiera que esté y, por supuesto, en algunas de estas fotografías muestra cómo se hurga la nariz o sonríe cuando debería estar serio. Es imposible evaluar los requisitos ópticos de la obra, y debemos perdonarle por no poder retratar su rostro de forma adecuada. Pero a veces -y ésta es una de esas veces- los requisitos ópticos de la oficina son los únicos requisitos. Con la pérdida directa de los padres de un bebé, no se necesita nada más que un silencio respetuoso. Esto nunca es más cierto que para un hombre como Trump, que no puede hablar sin ofenderse y disfrutarlo. La fotografía fue publicada por Melanie y podría haber sido tomada con el espíritu de luto que esta ocasión merecía, o podría haberse hecho. Esta es una de las cosas más pervertidas que he visto en mucho tiempo.
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Graham Wood es miembro del personal de Atlantic y autor del libro "Strangers' Path: Meeting the Islamic State".