Tus metas y tu visión se queman dentro de ti. Te mantienen ocupado todos los días y cada minuto libre, pensando en cómo convertir esta visión en realidad.
Pero aún así, no estás contento. Piensas y piensas, pero las cosas cambian muy poco. El progreso va demasiado lento y por dentro sabes por qué…
¿Por qué crees que es eso?
Muchos quieren cambiar las cosas. Casi el mismo número de personas esperan a que se les presente este cambio. Están esperando el momento adecuado.…
... donde se sientan completamente preparados.
...donde el tiempo es bueno y las estrellas están bien.
... en la que finalmente tienes contacto con esa persona importante.
... en la que finalmente se atreven.
... donde reciben financiación.
... con suficiente experiencia.
... con la idea empresarial perfecta.
... donde todo encaja.
EL MOMENTO…
... nunca vendrá.
Y así tus objetivos son sólo sueños. Te pierdes todos los días pensando que necesitas un poco más de tiempo para empezar. Estás esperando a mañana, aunque puedes despegar hoy. Y mañana vas a decir que deberías haber empezado antes y que ya es demasiado tarde para alcanzar tu objetivo.
El momento ha sido tan intenso en todas nuestras mentes que es difícil dejarlo ir.
¿Por qué necesitamos el momento?
La gente quiere renunciar a su responsabilidad. Quieren el camino fácil. La gente es perezosa y tiene miedo. El momento te ayudará a superar todas estas prisiones caseras. De este modo, se pueden transferir sus éxitos y deseos a un momento vago en el futuro y decir siempre: "sí, Estoy esperando el momento adecuado.“
¿Qué tal si cambias de idea en este momento?
¿Y si cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo a partir de ahora es el momento?
¿Y si todo el tiempo del mundo fuera el momento de comenzar algo, de terminar algo?
En realidad, eso es exactamente lo que sucede.
El momento en que vuelves a ver ese estúpido programa de televisión cuando podrías hacer unas Cold Calls para finalmente encontrar clientes.
El momento en que vuelves a estar en casa con resaca y duermes todo el domingo cuando en realidad podrías poner tu página web en Internet.
El momento en que vuelves a tratar con gente que te lleva en una dirección completamente equivocada y en realidad solo te bloquea cuando podrías escribir un e-Mail fácil para conocer a algunos empresarios interesantes en ese momento.
El momento en que no pides el descuento porque te sientes raro en vez de ver el juicio como un juego que despierta tu ambición.
En cuanto veas cada momento como el momento, te darás cuenta de que el momento no existe. Es la suma de muchos pequeños momentos.
El momento que está en tu cabeza y que te ha estado atormentando por tanto tiempo. Al que persigues, como si trajera las respuestas a todas tus preguntas.
Se siente bien cuando un momento no definido en el futuro trae la salvación. Pero la verdad es que, si quieres crecer en tu vida, tienes que invocar esos momentos.
Es trabajo. Requiere disciplina. Y mucha resistencia. Y una pasión ardiente por el desafío y el objetivo.
Está bien si después de este artículo sigues queriendo esperar el momento. Pero no te sorprendas si el momento no llega en 10 años y te preguntas::
¿Qué estaba esperando entonces?
Estoy seguro de que has oído mil veces que hay que actuar con pasos pequeños para alcanzar su objetivo. Pero, ¿por qué aún no has empezado?
Nos encantaría ayudarte a identificar el primer paso hacia tu objetivo. Escríbenos un comentario o un correo.