1. céntrate en un tema y en una declaración
Cuarenta y cinco minutos parecen muy largos, pero en realidad el tiempo pasa muy rápido y, en un día lleno de conferencias, sólo quedan las mejores ideas en la cabeza.
Para hacer un buen trabajo en una conferencia deberías concentrarte en un tema y discutirlo en profundidad. Ve a los detalles y ilumina tus declaraciones desde diferentes ángulos.
En tu próximo discurso, ¿Cuál es el mensaje que quiero enviar a mis oyentes? ¿Qué van a decir los oyentes sobre mí después de escuchar mi discurso o mi discurso?
2. cuenta una historia
Para nosotros, la charla de Frieder Gamm fue la más emocionante del día. ¿Por qué? Estaba contando una historia emocional. Con piel de gallina.
En un discurso, la historia es muy importante si quieres mantener la cabeza en tu cabeza. Porque sólo con historias puedes despertar sentimientos entre tus oyentes. Lo ideal sería que conectaras la historia con consejos prácticos.
3. sé apasionado
Tu público quiere estar emocionado, y la mejor forma de hacerlo es involucrarte emocionalmente en tu discurso. El entusiasmo se propaga en la habitación y es simplemente contagioso. Así que sin falsa modestia. Saca todo lo que tengas y demuestra que te estás quemando por tu tema.