inventario - набор
para cada quién - для каждого
a la mitad - посредине
que no podías esperar a leer - которую ты не мог дождаться почитать
se te fueron las ganas - у тебя пропало желание
disminución -уменьшение
al respecto - в соответствии, в связи с этим, касательно
procrastinar - затягивать
posponer - откладывать
tareas del hogar - домашние дела
contemplabas al inicio - рассчитал в начале
tediosos - нудный, противный, докучливый
volátil - летучий
remordimiento - угрызения совести
Terminar lo que empiezas es un deseo que seguramente le pedirías al genio de la lámpara mágica ¿cierto? (Обратите внимание, что джинн из лампы - "genio de la lámpara mágica")
¿Te ha pasado? ¿tienes el hábito de empezar tareas o actividades y dejarlas incompletas? O ¿quizás te cuesta simplemente empezar?… ¡no estás solo! la mayoría tiene un largo inventario de tareas, actividades y proyectos sin terminar, pero desafortunadamente este mal hábito de dejar cosas pendientes no te ayuda a lograr tus metas y puede extrapolarse en otras áreas importantes de tu vida.
Todos somos diferentes y las actividades que nos generan esa resistencia para completarse varían para cada quién. Sin embargo, en este artículo quiero contarte una fórmula que me ha dado grandes resultados de productividad ¿vas a seguir leyendo o lo dejarás a la mitad?
“La única forma de terminar es comenzando”
Ojalá todo fuera tan fácil como terminar una taza de café caliente ¿cierto?
Pero en la vida real dejar las cosas importantes “a medias” es algo común.
Piensa en todos esos libros que no podías esperar a leer, pero al poco tiempo siguen apilados en el librero sin terminar; los proyectos que vertiginosamente empezaste pero, por alguna razón se te fueron las ganas; todas esas ideas y propósitos que nunca se trasladaron a la acción…
Culpamos al cielo, a la nuestra falta de fuerza de voluntad o nuestra poca motivación.
Lo cierto es que, todos hemos tenido la sensación de retroceder al intentar avanzar.
Quiero darte un ejemplo de cómo esa “resistencia” nos ocurre a todos y yo no soy la excepción.
No terminar lo que empezaba, me generaba estrés, frustración y una disminución en mi autoestima. Así que me decidí a hacer algo al respecto para maximizar mi productividad y, por supuesto, ¡terminar todo lo que empiezo!.
¿Por qué posponemos (procrastinamos)?
Сasi una cuarta parte de los adultos de todo el mundo son procrastinadores crónicos. Esto quiere decir que entre el 20 al 25% de los adultos tienen una tendencia a procrastinar. Leíste bien ¡el 20%!
Todos tenemos una tendencia para posponer ciertas actividades. Lo sorprendente es que un gran porcentaje de los adultos tiene el mal hábito de posponer (casi todo)… desde las tareas del hogar, tareas de trabajo, horas de estudio o incluso pagar las deudas.
La pereza puede ser una pequeña parte que explica el problema de no terminar lo que empiezas o de procrastinar, pero, pocos de nosotros somos perezosos cuando se trata de hacer aquellas actividades que realmente disfrutamos, aquellas que amamos o que son fáciles.
Yo pienso que empezar algo es parecido a enamorarse: es emocionante e imaginas todo lo bueno que trae consigo esa novedosa actividad. Pero después de un tiempo, esa actividad, proyecto o tarea deja de ser novedoso, empieza a tomar más tiempo del que contemplabas al inicio o aparecen situaciones imprevistas que te hacen dejar las cosas sin terminar.
Esto en realidad es una ley de economía muy utilizada: “la ley de la utilidad marginal decreciente”. Esta ley explica que el valor percibido o satisfacción percibida de algo, disminuye con cada unidad adicional adquirida o consumida.
Por ejemplo: La sexta rebanada de pizza de salami será menos disfrutada que la primera rebanada, porque su utilidad disminuye (la valoramos menos).
Suena lógico que esto también aplique para esos proyectos largos y tediosos.
Por ejemplo: La sexta hora de trabajo será menos aprovechada y valorada porque su utilidad disminuye.
Pero ¿porqué pasa esto?…
La resistencia mental suele aparecer cuando tenemos delante de nosotros una meta muy grande. Es decir, una tarea muy grande por hacer.
Nos genera una sensación de agobio, lo que impide que empecemos o avancemos correctamente.
En estos casos la motivación parece como tu gran aliada para terminar lo que empiezas, pero definitivamente no lo es.
¿Por qué?… porque la motivación es muy volátil, tiene que ver con tu estado de ánimo y emociones de ese momento. Y seguramente no quieres confiar en algo que es tan cambiante para terminar ese trabajo importante para ti.
La fórmula para terminar lo que empiezas
Terminar lo que empiezas te ayudará a sentirte mejor contigo mismo, a tener más confianza en ti (lo que te permite lograr otras metas no relacionadas) pero sobre todo, terminar lo que empiezas evita que acumules estrés innecesario.
Consiste en 3 partes fundamentales:
Primera parte: Divide tus actividades en 2 categorías mentales
Tener el hábito de terminar lo que empiezas es útil cuando esa actividad es relevante para tus metas y objetivos personales. Por ejemplo: no se trata de seguir leyendo hasta el final un libro aburrido que te hace perder el tiempo, pero sí es necesario terminar ese proyecto que te ayudará a conseguir un aumento.
¿Notas la diferencia?
Antes de comenzar cualquier actividad que dure más de un día, identifica si esa actividad es un experimento o un compromiso.
El objetivo del experimento es no tener miedo de intentar algo nuevo, y disminuir la resistencia mental para comenzar. Si después te das cuenta de que no es para ti, o no tienes ganas de hacerlo, puedes parar, sin remordimiento. (красивое слово, от morder - кусать)
En cambio, los compromisos deben de completarse sí o sí.
Si construyes estas dos categorías mentales, ahora tienes una manera fácil de obligarte a terminar sólo aquellas actividades que representen una inversión de tiempo y que estén alineadas con tus metas y objetivos personales.
Segunda parte: Define una primera meta corta
Terminar aquellas actividades que sean compromisos es tu meta final, pero, para lograrlo tienes que atravesar una serie de pasos, los cuales deben de convertirse en pequeñas metas.
Este nuevo acercamiento te relaja mentalmente, conquistar pequeñas metas te motiva y hace que el proceso sea más divertido, lo que aumenta las probabilidades de terminar lo que empiezas.
Tercera parte: Engaña a tu cerebro con periodos cortos de trabajo efectivo
Yo te explico la fórmula a continuación:
(10 minutos de trabajo + 2 minutos de descanso) X 5 veces = 1 hora de trabajo
Esto quiere decir que durante el tiempo efectivo de trabajo te estarás enfocando al 100%, y evitarás cualquier tipo de distracciones. En tus 2 minutos de descanso podrás hacer todo lo que tú quieras.
Si continúas este patrón a lo largo de tu día laboral, estarás trabajando por cada hora 50 minutos efectivos. Lo que representa una gran ventaja por las siguientes razones:
- No sientes estrés o agobio por trabajar demasiadas horas
- Evitas procrastinar tu tarea pendiente
- Logras concentrarte mejor y no te distraes continuamente
- Logras terminar o simplemente avanzar con ese trabajo pendiente
- Creas un hábito de trabajo que te garantiza productividad constante
- Y además vences esa famosa “resistencia” de empezar algo
Si tu concentración alcanzó una meseta y decides continuar sin pausas, es la mejor señal de que lograste superar esa resistencia y todo apunta que terminarás tu trabajo con éxito.
¡Felicidades terminaste este artículo que empezaste!
¡Espera! antes de tomar tu descanso de 2 minutos, escríbeme en los comentarios: ¿cuál es la tarea que más te cuesta terminar o empezar ?
Спасибо, что учите испанский с нами. Делитесь нашими материалами, ставьте лайки и оставляйте комментарии. Это все помогает продвигать канал!
Еще больше практики: Youtube Twitter Entre-amigos