Tomemos un ejemplo tan interesante. A una persona inmersa en un sueño hipnótico se le da una medicina amarga, por ejemplo, polvo de quinua, y se le dice que es azúcar. Y a una persona le parece que realmente tiene dulzura en la boca. Influenciar a la persona hipnotizada que está en una habitación caliente, que es muy fría, puede hacer que tiemble, estrechar los vasos sanguíneos, etc.
No menos interesante es otro ejemplo. El hipnotizado se comporta según su edad. Así, por ejemplo, un adulto impresionado por el hecho de ser un niño de dos o tres años de edad, camina por la habitación en pasos pequeños e inestables, responde a las preguntas con el balbuceo de un niño: en lugar de "coche" dice "atomóvil".
Los jóvenes, a quienes se les dice que son ancianos, caminan como si tuvieran dificultad, sus espaldas se inclinan, su habla se asemeja a la de una persona mayor.
Esta propiedad de la hipnosis para aumentar la susceptibilidad de una persona a las imágenes, pensamientos, acciones, así como la oportunidad de causar cambios profundos en las actividades de su cuerpo desde la antigüedad, el clero, así como todo tipo de brujas y charlatanes para demostrar los milagros imaginarios.
Médicamente conocidas son muchas enfermedades nerviosas, a veces muy graves y dolorosas (como la parálisis histérica, el mudo, la sordera, etc.), que a menudo no sucumben a la acción de las drogas, sino que se curan por la compulsión, la palabra curativa del médico. A veces, en estos casos, es especialmente útil tener una sugerencia terapéutica hecha por un paciente que está inmerso en un sueño hipnótico.
La explicación científica de la hipnosis revela la esencia de otros "milagros". Así, por ejemplo, durante una sesión de hipnosis, los espectadores siempre se asombraron por el desprendimiento de los hipnotizados de su entorno, su indiferencia ante el dolor más severo, hasta las quemaduras y heridas. Y los científicos ven una explicación de estos fenómenos en el hecho de que en la hipnosis profunda algunas partes de la corteza cerebral se pueden ralentizar mucho más que en un sueño natural, y entonces una persona no siente dolor de la quemadura, aunque cualquier dolor causado a él durante un sueño normal, lo despertaría inmediatamente. Sin embargo, esto no refuta la estrecha relación entre el sueño y la hipnosis.
El argumento más importante a favor de la fidelidad de I.P. Pavlov y sus seguidores del concepto de hipnosis como un tipo de sueño es que el surgimiento de ambos estados requiere esencialmente las mismas condiciones, es decir, todo lo que contribuye al surgimiento y desarrollo de la inhibición cortical actúa como un factor hipnotizante. Por ejemplo, para causar sueño hipnótico en una persona, es mejor actuar como estímulos débiles o moderados, pero duraderos y uniformemente repetitivos, ya sean movimientos rítmicos, sonidos monótonos, concentración del ojo, palabras repetitivas o golpes ligeros de la piel. Esta explicación arroja luz sobre lo que ha estado oculto bajo la máscara del misterio durante muchos milenios y continúa ocultándose bajo ella en algunos lugares incluso ahora. La ciencia no sólo ha disipado para siempre la niebla de supersticiones y conceptos erróneos en torno a la hipnosis, sino que también ha hecho posible su uso en beneficio de las personas.